Cuestión de palabras
Tiempo de limpiezas
Por María Eugenia Martínez / Viernes 16 de diciembre de 2022

Foto: Mauro Martella.
Se termina el año y nuestras consultoras en el buen uso de la lengua proponen una limpieza. Arremetamos contra los excesos, sugiere María Eugenia Martínez. He aquí la propuesta: «agarrar cada palabra de nuestros textos (pueden usar unas manitos imaginarias), llevarla al pecho y preguntarnos: ¿la necesito?».
Con Silvana habíamos hablado de escribir un libro sobre cómo ordenar y limpiar un texto hasta dejarlo perfecto y brillante, pero ese año Marie Kondo sacó el suyo y nos pareció redundante.
Ahora estamos pensando en cómo vendemos nuestra fórmula, que es muy parecida, van a ver. Acá les hacemos un adelanto.
Es así: la japonesa propone que agarremos cada prenda en los brazos y nos preguntemos si nos da alegría antes de decidir conservarla o tirarla.
Nosotros, más o menos lo mismo: proponemos agarrar cada palabra de nuestros textos (pueden usar unas manitos imaginarias), llevarla al pecho y preguntarnos: ¿la necesito?
Veamos, por ejemplo, qué hubiera pasado si nuestro libro hubiera llegado a este sanatorio. Seguramente la frase «dentro de la institución» habría terminado en la basura, porque es raro expresar indicaciones para lo que pasa afuera.
A continuación, hay algunos ejemplos para empezar la limpieza:
· Invitamos a una instancia de reflexión
· La actividad será el día
jueves
· A partir del mes de noviembre
· Nos gustaría poder realizar escribir
un libro
· Será en la ciudad de
Montevideo
· La fiesta es a las 16.00 horas
· Se trata de la ley N.° 19.629
· Al elegir el alimento considere la cantidad y la calidad del mismo
· Se dijeron varias cosas, como ser que hay que escribir
mejor.
· Hablaremos de la temática del orden.
· Personalmente, pienso que ya se
entendió la idea.
El verbo «poder», por ejemplo, es como esa camiseta colorinche que te trajeron de un viaje a Brasil hace años: no da alegría, no lo necesitás casi nunca.
Después de la limpieza, el lector debe tener un texto eficiente, que dé alegría leer, como la de Marie Kondo cuando entra a su casa.
Veamos este ejemplo de cartelería, que es más discutible:

¿Sobra el «entre todos»? Creemos que sí. Se refiere a «nosotros» y estamos todos ahí. En el libro propondríamos tirarlo a la basura sin dudar.
Sabemos que al menos una persona nos da la razón y es la que redactó otro cartel que está a pocos metros de este.
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Aclaración
Estas columnas tienen como objetivo ofrecer reflexiones sobre los usos y cambios en la lengua y recomendaciones a partir de la normativa para lograr una escritura clara y comunicativa. Sus autoras son periodistas, docentes de talleres de escritura y correctoras, y si bien tienen formación en lenguaje y literatura, no son especialistas en gramática ni en idioma español. Escriben a partir de su experiencia, de sus lecturas y de la observación de situaciones confusas, cuando no ridículas, que circulan en la marea de textos que leen a diario.
Si tienen dudas que puedan resolverse en esta columna, pueden escribir a cuestiondepalabras@escaramuza.com.uy