Columnas

La obra de la cordobesa Camila Sosa Villada está demasiado viva y es tan original que se impone explorarla. Patricia Turnes lee el nuevo libro de cuentos, Soy una tonta por quererte, pero también va hacia otros textos no menos provocadores, como Las malas. Al hacer foco en esa lengua explosiva, tiene sentido lo que Sosa Villada dice de su propia escritura: «Todo está vivo, todo raspa, muerde o envenena».

Sexo, dolor y un viaje hacia el pasado. En la segunda entrega de «Luz nueva para el cuerpo», Sebastián Miguez Conde sigue explorando lo carnal, ahora en torno al dolor físico y el poder de evocación que tiene el sufrimiento. Sin concesiones ni medias tintas, el protagonista de estos textos se mueve entre la «desesperación, lujuria, tristeza, diversión sin compromisos, desesperanza».

El 16 de junio es sinónimo de Bloomsday. Hoy se celebra a Leopold Bloom, protagonista del Ulises de James Joyce, en su deambular por Dublín. La peregrinación actual incluye bebidas, disfraces de los personajes y lecturas maratónicas. Roberto Appratto aprovecha así para escribir sobre la poeticidad del monólogo de Molly Bloom, que cierra la magistral novela.

Vuelve la columna más esperada: «Cuestión de palabras», de la archiconocida dupla Silvana Tanzi y María Eugenia Martínez. Respuestas a dudas sobre los usos de la lengua y los cambios que experimenta todo el tiempo, escritas con la sagacidad y el humor que las caracteriza. Le damos la bienvenida nuevamente a estas dos colaboradoras claves de Intervalo. En esta primera entrega, Silvana Tanzi atiende esos raros verbos nuevos...



Caudales ínfimos o escondidos... Gonza Baz vuelve con estos ensayos y exploraciones de los cauces fluviales de Montevideo. Empieza reivindicando el buscar una nueva forma de mirar, pero, advierte, «También importa la propia superficie transitada, las montañas de hojas secas acumuladas durante sucesivos otoños, la membrana asfáltica tajeada, cubierta de hongos, plumas de las cotorras que habitan el árbol que miro todas las mañanas desde la ventana del apartamento donde vivo en Jacinto Vera».

La reunión de toda la poesía de Elvio Gandolfo (Mendoza, 1947) es un acontecimiento que agita las dos márgenes del Río de la Plata (y el Paraná). Sobre Tengo ganas de risas raquel (EDUNER, 2022), escribe Roberto Appratto, quien además prologó la edición. «La escritura constante, la lectura de todo tipo de materiales, la sensibilidad ante lo estético dentro y fuera del arte, permiten una experimentación visible desde sus comienzos», apunta Appratto.

A veces, la ficción habla más fuerte que cualquier manifiesto. Eduardo Gudynas conmemora el Día de la Tierra proponiendo una breve fábula sobre un país que no tiene animales fantásticos. La búsqueda frenética por un ejemplar representativo esconde una verdadera ceguera. Ciertos habitantes se revelan incapaces de valorar la excepcionalidad de la vida que los rodea.

Los cimientos del mundo simbólico están construidos sobre el sinsentido más radical, pero no dejan de ser persuasivos (y operativos). En ciertos momentos, se logra entrever el abismo entre el lenguaje y los objetos. Santiago Cardozo examina la noción del «nosotros», de los pronombres posesivos y de los nombres propios. De pronto, encuentra la ilusión de lo imposible de comunicar.

Sebastián Míguez Conde empieza una serie de textos sobre lo carnal, la tiranía del tiempo y el sexo acordado por medio de aplicativos. En «Luz nueva para el cuerpo», el autor de La raíz de la furia y de Nadie está muerto mucho tiempo vuelve a una prosa voraz, deseante y despiadada que tritura la contemporaneidad y los modos de encontrarse.

En Amor crónico, Chris Frantz, baterista de los Talking Heads y de Tom Tom Club, narra su vida con gracia e ingenio. Federico Medina reseña estas memorias, editadas por Libros del Kultrum y traducidas por Iñigo García Ureta. Sin poses ni falsa modestia, según Federico, el baterista recorre además los vínculos que sostuvieron la famosa banda. «Eran la medida justa entre lo ridículo y lo forajido, entre lo amigable y lo psicótico. Eran ambiguos y pretenciosos, pero de una forma irreprochable», resume Federico sobre ellos.

La inmaterialidad en el arte surge frente a la urgencia ecológica. Magdalena Leite y Aníbal Conde, AniMale, reflexionan sobre las implicaciones del prescindir de las cosas. Como advierten, «el interés por lo inmaterial hoy surge como un gesto de cuidado al planeta y a los cuerpos (y no cuerpos) que lo conforman». Ese gesto hace que se detengan en formas mínimas y volátiles de creación.

La depresión en tanto «imposibilidad de tratar con la tensión irreductible de la relación felicidad/muerte», ofrece el punto de partida para el análisis de la filósofa holandesa Eva Meijer. Santiago Cardozo reseña Los límites de mi lenguaje. Meditaciones sobre la depresión (Katz, 2021) y destaca el poder del tratar con la palabra, en todo sentido.

La dificultad para definir el ensayo es un síntoma de su extrañeza, de su plasticidad e hibridez con otros géneros, como la poesía. Roberto Appratto revisita la definición cardinal de Real de Azúa en torno al ensayo, publicada como prólogo a una antología en 1964. Así, observa el ida y vuelta que este género mantiene con la poesía y, en plena «libertad asociativa», relee a Eduardo Milán, María Negroni y Al Alvarez, entre otros.

Conmoción, deleite, desgarro y un mundo que siempre mutila: los cuadernos de la poeta norteamericana Sylvia Plath son una celebración de la poesía. Patricia Turnes lee estos Diarios completos (UDP, 2018) y se maravilla con una vida, corta e intensa, dedicada a la creación en todas sus formas.