Columnas
Marzo en Intervalo estará atravesado por los feminismos, en plural, en todo tipo de textos y materiales. anguirú-laboratorio disidente nos propone una reseña y una reflexión sobre esa pluralidad y cómo la vivimos hoy en día. Así, el planteo lleva a cuestionarse: ¿quiénes somos? y ¿qué nos sucede?, porque «estas interrogantes son fundamentales si queremos reconocernos y entendernos en nuestra heterogeneidad».
Una charla con Patricia Salinas Pérez, de la editorial Almadía, que llegó a Uruguay recientemente. Sobre cómo una editorial de Oaxaca dio el salto al otro lado del Atlántico, autoras/es recomendados y apuntes sobre el panorama actual: «Si hace unos quince años las editoriales independientes empezaban a entrar a codazos en el mercado, con el tiempo se volvió cool ser una editorial independiente, y por tanto parecerlo».
Vuelve Alicia Migdal y sus estupendas moscas por el rabo. Sobre Gabo Ferro, la reinterpretación de tangos, la muerte temprana (un disparate), y porque, a pesar de todo, «la música es adictiva, canta en nuestro nombre, concentra obsesiones, hace del emisor un dios laico pero no menos terrible».
Ariel Dilon escribe sobre su tarea como traductor, las ilusiones de la técnica y la guía de la intuición: «A traducir un libro, como a leerlo o escribirlo, solo nos prepara el libro: laboriosa, problemáticamente, cada libro me hace su lector y acaso me hará su traductor». En un recorrido que abarca también la lectura y la escritura, busca así la vibración de la lengua extranjera.
Ahora es el turno de Caja 19, novela recientemente lanzada por Eterna Cadencia. Allí, Claire-Louise Bennett, en traducción de Laura Wittner, dobla la apuesta con esa prosa tan única que había mostrado en Estanque (2016). Además, hay «gracia y dinamismo en las narraciones y detrás de ellas, infaltablemente, una visión sobre las cosas que jamás suena impostada».
Gracias a Jill Stoner y de Ursula K. Le Guin, la noción de arquitectura se transforma en algo que va más allá de la práctica de edificar muros. La investigadora Patricia Roig, hurgando en la experiencia propia, escribe que «hasta un ombú, una bolsa y muchas piscinas urbanas constituyen arquitecturas posibles».
Ya no acerca desde los libros, sino desde las letras del tango, José Arenas despacha este tercer «Faroles del deseo» en torno al cuerpo de la mujer. O cómo la corporalidad femenina «es un elemento central para la construcción de una moral en torno al sexo, una moralina alrededor de la mujer deseante y cierta melancolía alrededor del cuerpo deseado».
Imanes que se atren: la serie Severance se entrelaza por razones más y menos evidentes a Cartas a la princesa, correspondencia entre Mario Levrero y Alicia Hoppe, recientemente publicada por Random (2023). La opresión del trabajo, la alienación, pero también la fuga de la realidad atraviesan la serie y el libro, según Patricia.
Seguimos con las reseñas de buenas novelas. Cecilia Ríos le da la oportunidad a Limpia, de la chilena Alia Trabucco, editada por Lumen en 2022. Y la novela sale de lo más airosa después de una lectura atenta y exigente: «nos atrapa con una prosa que no permite a los lectores escaparse, aunque cuente hechos y pensamientos que incomodan y aterran».
Francisco Álvez Francese trae a colación las memorias de la argentina Victoria Ocampo e ilustra la potencialidad de la expresión que despierta Proust en ella. El efecto no solo aplica al entendimiento de la lectura, sino también a la forma de recordar lo inexpresable, aquello ligado a «la melodía quejumbrosa que en mi infancia empezó con un solo de violín».
Las bibliotecas y los archivos son una parte fundamental de cualquier institución. En el caso de la EMAD, está la Biblioteca Florencio Sánchez. Obras de teatro, pero también textos críticos, libros de escenografía, vestuario, y otras obras componen los 8500 volúmenes de este bastión de la cultura. De la mano de Lucía González, visitamos una biblioteca emblemática.
«El movimiento es el vector que nos unifica, nos iguala, todes somos lo mismo frente a él»: el dúo Animale propone otra forma de relacionarse con seres que no comparten nuestras coordenadas de existencia. Y lo hace por medio del bailar, en tanto posibilidad de imaginar mundos en relación.
Si te gustan las novelas, de preferencia del género noir, y mejor si son extensas (léase ladrillos), no te pierdas esta primera reseña de Cecilia Ríos. En un gran comienzo, Cecilia, como autora y como lectora, desentraña los misterios de Piel quemada (Salamandra, 2021), novela de la norteamericana Laura Lippman.