No quiero echarle la culpa a Tinder, pero desde hace tiempo advierto que las citas ya no son lo que eran. La inmediatez provoca ensambles mal hechos, por ejemplo, entre las citas directas e indirectas, y el problema se ve tanto en la prensa como en la academia. Miremos este ejemplo:

El ministro de Ganadería, Enzo Benech, confirmó que se van a plantear medidas para el agro. Benech recordó el anuncio de un fondo de garantía para los lecheros y la bonificación en energía eléctrica para los pequeños productores tamberos. Igualmente señaló que «hay otras medidas que vamos a anunciar».

Todo el relato viene en tercera persona (él, que es el ministro Benech), pero al final el periodista habla en primera persona: dice vamos. Si restituimos las personas gramaticales que no se explicitaron, vemos que el periodista está diciendo:

[Él] señaló que «hay otras medidas que [nosotros] vamos a anunciar».

Uno escucha la noticia en su casa y no ve comilla alguna. Entonces se pregunta: ¿nosotros quiénes? ¿Benech y el locutor van anunciar? ¿Es acaso Vilar el que está hablando?

Cuando insertes una cita, acordate de cuidar la coherencia que tiene que mantener con la frase que la contiene. No basta con usar comillas. La frase debe poder ser leída en voz alta sin que cambie la persona gramatical. Acordate además de que usar que para introducir las citas directas suele provocar problemas como el que vimos.

El periodista debió escribir:

Igualmente, señaló que hay otras medidas que van a anunciar.

O usar los dos puntos y sacar el que:

Igualmente, señaló: «hay otras medidas que vamos a anunciar».

Mirá este texto:

Consultado sobre su relación con el presidente Tabaré Vázquez, Sendic aseguró que «ha sido de dos hermanos, compañeros del Frente Amplio. Hemos mantenido una excelente relación como presidente y vicepresidente».

Por más punto que haya en el medio, esta estructura dice:

[Él] aseguró que [nosotros] hemos mantenido.

¿Nosotros quiénes?, me pregunto legítimamente en mi casa. Yo no tengo relación alguna. Mucho menos ahora, que las citas son cualquiera.

Otro asunto: si usás comillas para encerrar la cita, no apliques, además, cursiva. La cursiva tiene otros mil trabajos que hacer como para andar robándole funciones a las comillas. Una cosa por vez, como en el Tinder.