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Dashiell Hammett de cumpleaños

El asesinato en el callejón

Por Hugo Fontana / Viernes 01 de febrero de 2019
El asesinato en el callejón

El 1 de febrero de 2019 se cumplirán noventa años de la primera edición de Cosecha roja, una novela que cambiaría el rumbo del género policial y que se transformaría en un acontecimiento sin parangón dentro de la literatura del siglo XX. El hombre que la escribió se llamaba Dashiell Hammett, quien por aquel entonces contaba con treinta y cinco años, y quien tendría desde ese momento una vida célebre y atormentada. Escribiría, sí, otros tres o cuatro libros de similar relevancia, entre ellos El halcón maltés, La llave de cristal y Dinero sangriento, y una serie de historias cortas protagonizadas por un detective que se hizo tan famoso como su creador, Sam Spade, y que llevaría para siempre sobre sus hombros el rostro de Humphrey Bogart, actor que lo supo caracterizar de manera brillante.

Hammett había nacido en 1894 en una granja del sur del estado de Maryland y, muy joven y después de múltiples empleos, comenzó a trabajar en la Agencia Nacional de Detectives Pinkerton de Baltimore, una suerte de precuela del FBI que investigaba todo tipo de desaguisados pero que, además, proveía de rompehuelgas a los empresarios que afrontaban conflictos gremiales. Durante la Primera Guerra Mundial, Hammett intentó alistarse en el ejército, pero se lo impidió una tuberculosis que lo afectaría de por vida. A comienzos de la década del treinta, ya establecido en San Francisco, conoció a la dramaturga y novelista Lillian Hellman, con quien inició una turbulenta relación que los uniría de forma incondicional. Por esa misma época estuvo afiliado brevemente al Partido Comunista de Estados Unidos, episodio que, quince años más tarde, y en plena caza de brujas del senador Joseph McCarthy, pagaría con meses de cárcel y con la quita de sus derechos de autor, dejándolo prácticamente en la ruina.

Cosecha roja, novela que inauguró el llamado noir o hard boiled, introducía cambios formales hasta el momento no experimentados en el género policial. En primera instancia, el investigador se convertía en el narrador de sus propias aventuras, a diferencia de los frecuentes yo auxiliares al estilo del Dr. Watson. En segunda, los crímenes, que hasta entonces eran parte del pasado de la trama, comenzaban a suceder de modo paralelo a la investigación. Y por último, el homicidio, que en la novela clásica o de enigma era tratado como un hecho prácticamente intelectual y pulcro, se convertía ahora en un suceso feroz y sangriento. «Hammett sacó el asesinato del jarrón veneciano y lo echó al callejón», escribió alguna vez su compadre Raymond Chandler.

La estructura de la novela fue tan simple como novedosa: un detective de la Agencia Continental llega a una pequeña ciudad minera, Personville, que todo el mundo conoce como Poisonville, contratado por el padre de quien se convertirá en la primera víctima de la historia. En el lugar hay dos bandos enfrentados, a los que el propio detective azuzará en aras de terminar con la corrupción, provocando una matanza sin frenos. El lector se cruza con al menos veintiséis muertes, además de otra larga lista de cadáveres de personajes casi ocultos. Curiosamente, Cosecha roja nunca fue llevada al cine, a pesar del éxito que tuvo la adaptación de El halcón maltés. Hubo, sin embargo, dos intentos lejanamente inspirados en el libro: Yojimbo (1961), dirigido por Akira Kurosawa, y El último hombre (1996), de Walter Hill, protagonizado por Bruce Willis. En el primero es difícil entrever la inspiración de Hammett transportada al Japón del siglo XIX; el segundo es un espanto.

Se podría decir que Hammett vivió un fugaz estado de gracia que le ocupó unos cinco años, en los que publicó sus mejores títulos y se hizo famoso y rico. Pero desde 1934 hasta su muerte, ocurrida a principios de 1961, no publicó nada memorable y todo trabajo que comenzaba lo dejaba inconcluso. «No dejó de escribir, no hasta el final de su vida», recordó en alguna ocasión su hija Josephine, «lo que dejó de hacer fue acabar lo que escribía».

El 26 de marzo de 1953 Dashiell Hammett debió presentarse ante una comisión que investigaba sus presuntas «actividades antiamericanas», integrada por los senadores Joseph McCarthy y John McClellan y por el asesor Roy Cohn. El siguiente es un pasaje del interrogatorio:

Mr. Cohn: Bien, Mr. Hammett, ¿cuándo escribió usted su primer libro publicado?

Mr. Hammett: El primer libro fue Cosecha roja. Fue publicado en 1929. Creo que lo escribí en 1927, en 1927 o 1928.

Mr. Cohn: En el momento en que escribió usted ese libro, ¿era usted miembro del Partido Comunista?

Mr. Hammett: Rehúso contestar ya que una respuesta podría tender a incriminarme, hago uso de mis derechos al amparo de la quinta enmienda a la Constitución de los Estados Unidos.

Mr. Cohn: ¿Cuándo ha escrito usted su último libro publicado?

Mr. Hammett: Bueno, en realidad no puedo dar una respuesta a esta pregunta. Porque han sido publicadas algunas recopilaciones de narraciones cortas. Me imagino que fue allá por los años treinta, o tal vez en los cuarenta.

Mr. Cohn: En los años treinta o cuarenta. En la época en que escribió usted su último libro publicado, ¿era usted miembro del Partido Comunista?

Mr. Hammett: Rehúso contestar, ya que una respuesta podría tender a incriminarme.

Mr. Cohn: Si le preguntara, con relación a esos libros, si era usted miembro del Partido Comunista en la época en que los escribió, ¿cuál sería su respuesta?

Mr. Hammett: La misma. Rehusaría contestar ya que una respuesta podría tender a incriminarme.

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