La vida de Simón Radowitzky en viñetas
Mucho más que un número
Por Rodolfo Santullo / Viernes 15 de marzo de 2019
¿Cuánto puede resistir un hombre por un ideal? Más de veinte años en prisión y toda una vida al servicio del ideal anarquista, Rodolfo Santullo nos invita a leer la apasionante vida de Simón Radowitzky, en la novela gráfica 155 editada por Nórdica Libros.
155 de Agustín Comotto reconstruye en novela gráfica la apasionante vida del anarquista judío Simón Radowitzky al mismo tiempo que realiza una radiografía histórica de la primera mitad del Siglo XX.
El nombre de Simón Radowitzky es uno de esos que para esta altura del siglo XXI suenan conocidos, como un eco de otro mundo, de otra vida. Personas reales que el tiempo y la distancia las han vuelto personajes míticos. Seres míticos. Individuos que no vivieron la historia sino que eran la historia. Leyendas, en una palabra. ¿Y que mejor lenguaje para ilustrar las leyendas que el de la historieta? Ese medio donde los límites entre lo real y lo ficticio tienen permitido difuminarse, donde importa tanto el relato histórico de lo que se cuenta como la manera en que se lo cuenta. La historieta ha aportado grandísimas obras que ayudan a conocer, difundir y recrear a estas leyendas de los primeros años del siglo XX. Allí está la magnífica Modotti de Ángel de la Calle (que reconstruye la vida de Tina Modotti) o Los surcos del azar de Paco Roca (la historia de los veteranos republicanos que pelearon en la WWII) para rescatar las historias menos conocidas, los personajes oscuros, los protagonistas de un siglo que quizá, sólo quizá, no entraron los libros de Historia con mayúscula. Y a esas obras notables se suman ahora 155 del argentino Agustín Comotto.
El número que da nombre al libro es la identificación como preso que Simón Radowitzky usaba en el penal de Ushuaia -una de las peores cárceles del mundo- donde purgaba cadena perpetua por el atentado que le había costado la vida al jefe de policía de Buenos Aires, Ramón Lorenzo Falcón (responsable de la brutal represión del 1 de mayo de 1909, que se conoció luego como La Semana Roja). Simón pasa años y años -21 en total- en las peores condiciones, apaleado y torturado periódicamente, pero dueño de un espíritu indomable, no se rinde y reconstruye para nosotros su vida desde su infancia en Rusia, su emigración desde su pueblo escapando a los pogromos cosacos, sus inicios anarquistas en la ciudad de Ekaterinoslav, su huída ya como perseguido político a Argentina y así.
La elección de Comotto es tradicional, narrativamente hablando -dos líneas narrativas, el presente y el pasado, que avanzan correlativamente- pero muy adecuada para desarrollar la historia. Porque el artista argentino -quien hace su debut como historietista con esta obra, a sus 47 años de edad- cuenta con un gran ancho de espadas: la historia de Simón Radowitzky es una de esas que vale la pena ser contada. Apasionante, trágica, abnegada, con el objetivo de luchar por sus ideas a por un mundo mejor, la vida de Simón da material como para varios libros o al menos para esta extensa novela gráfica de Comotto que es imposible largar una vez uno empieza a leerla, pero a la que hay que procesar despacio, dejando calar los datos. Abundantes datos, por que Simón Radowitzky viajó mucho, participó de muchas contiendas, militó en variados lugares y su vida, sus aportes, forjaron de cierto modo el siglo XX y el reconocimiento público que el anarquismo pasó a tener desde entonces.
Acaso si se puede objetar -ya entrando en lo puramente historietístico- que por momentos la narrativa del Comotto dibujante es algo limitada (un atisbo del libro a color -su tapa y contratapa- dan la idea de que esa elección artísitica antes del blanco y negro con rojo del interior hubiera sido más eficaz) pero eso nunca es impedimento, tan poderoso es lo que cuenta, para disfrutar esta gran reconstrucción biográfica de la vida de Simon Radowitzky, y conocer -o repasar- la vida de uno de los personajes históricos más apasionantes del siglo pasado.
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