Especial Navidad
Navidades en globo
Por Horacio el oso / Sábado 14 de diciembre de 2019
Horacio el oso aprovechó el día del arbolito para ayudar con las decoraciones navideñas de Escaramuza, que este año tienen al globo aerostático como motivo central. Nos invita a recorrer la casa, nos cuenta algunos detalles de este invento para volar y nos devela algunas sorpresas navideñas.
¡Hola, amigas y amigos!
¿Cómo están? ¿Están preparados para una nueva Navidad? Yo quiero contarles que en Escaramuza dedicamos el día del arbolito a decorar la casa y lo hicimos con unos globos muy especiales: los globos a-a-erósticos… e-erostáicos… ¡AEROSTÁTICOS!
¿Saben qué es un globo aerostático? A pesar de su nombre difícil de pronunciar, este tipo de globo es un invento muy antiguo que sirve para volar. Funciona con un gas muy ligero, el hidrógeno, que al calentarse sube hacia el cielo y puede arrastrar cosas con poco peso —si mis cálculos no fallan, creo que hasta tres o cuatro osos no muy grandes, como yo, podríamos volar juntos.
Pero este invento es viejo. El primer globo aerostático voló hace más de 250 años y desde entonces, los viajes en este tipo de transporte no han parado: el famoso escritor francés Julio Verne lo describió en sus novelas de viajes como Cinco semanas en globo, un viaje por todo el continente africano desde el aire; la periodista Nelly Bly lo utilizó —además de otros medios como el tren o el barco— para dar la vuelta al mundo en menos de 80 días; y en 1907, los argentinos Aarón de Anchorena y Jorge Newbery, cruzaron por primera vez el Río de la Plata a bordo de su globo, el «Pampero» (como curiosidad, les cuento que aterrizaron en Colonia, en el lugar donde hoy se encuentra la residencia presidencial).
En Escaramuza encontrarán globos de diferentes tamaños: algunos pequeños y delicados que recorren las vidrieras junto a hileras de luces; otros más grandes con decoraciones brillantes y muchísimos colores, que solo descubrimos cuando miramos hacia el techo; y los últimos, los más sabrosos y por supuesto mis favoritos, los que hacen mis amigas y amigos pasteleros cada mañana. Este año, además de pan dulce y un montón de cosas ricas, a las galletas de jengibre tradicionales con forma de estrella o arbolito, se han sumado unos globos deliciosos.
Por último, les he preparado una sorpresa especial para cuando vengan a visitarme: una estación de deseos, al lado de mis libros preferidos, con globos aerostáticos para colorear, para dibujar y para llenar de deseos el año próximo.
Ahora que ya saben qué es un globo aerostático, ¿se animan a viajar durante las fiestas conmigo?
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