El libro Machismo y cultura jurídica, de Caterina Canyelles i Gamundí, es el resultado de una etnografía sobre el proceso judicial contra la violencia basada en el género en España. A pesar de las distancias, como nos recuerda Rodrigo Mariotta, este libro es indispensable para pensar las complejidades judiciales en nuestro país.
Una mujer levanta una casa con sus propias manos en la costa uruguaya. A medida que construye descubre la historia de otra mujer que vivió antes en ese lugar. Empezá a leer la nueva novela de Lalo Barrubia, novedad de Criatura Editora: «Hoy me instalé a vivir en esta carpa que brilla azulada en una esquina por el efecto de alguna luz lejana, debajo de una acacia gigante y retorcida».
Sobre pilas de libros y el destino que es la biblioteca, Alejandra Kamiya evoca los libros de su vida. La escritora argentina, que estará este viernes en la VIII Noche de las Librerías en Escaramuza, reconoce la disparidad aparente de esos libros: «El lugar en donde se juntan soy yo. El lugar donde Maeve Brennan dialoga con Haroldo Conti soy yo. Yo dejando de ser apenas yo, sino parte de algo grande, una parte ínfima, casi nada pero parte».
Con la consigna de que nada de lo vivo nos debería ser ajeno, Jesús Cano Reyes aboga «por una literatura que en lugar de mirar hacia dentro mire hacia fuera, no solo a nuestros congéneres, sino a todos los seres vivos que pueblan el planeta». Un buen insumo para algunas de las actividades de la Noche de las Librerías el próximo viernes 8.
Una lectura lleva a una serie, o una serie nos encuentra en ciertas lecturas: Patricia Turnes dialoga con Ciertos chicos, del chileno Alberto Fuguet (y otros libros del autor), y la serie La Mesías (2023), de los Javis. Pero antes hay una reflexión sobre una literatura, la de los noventa, y una sensibilidad compartida entre Chile y Uruguay.
«Paisajes ocultos, cuando lo cotidiano no coincide consigo mismo» fue el taller que dictaron Gonzalo Baz y Claudio Burguez en Escaramuza este invierno. Recogemos algunos de los textos resultantes de esa experiencia inmersiva, que se liga de formas subterráneas con la propia experimentación de estos autores. Escriben Pabloski y Emilia Estela.
Un legado que invita a «dejarnos poseer por los fantasmas del pasado para lograr la imaginación de futuros. Practicando ejercicios de anacronismo podemos llegar a una inspiración catalizadora para poder encontrar las genealogías que nos lleven a desbloquear la imaginación política»: Julia Ramírez ofrece un panorama de la obra inagotable de Mark Fisher (1968-2017).
«Formé, con los años, una colección de libros que nadie quiere. Por rotos, por inclasificables, por estúpidos, por específicos»: escribe Gabriela Escobar a propósito de los libros de su vida. Un ensayo en el que se derrumban las distinciones entre alta y baja literatura, al tiempo que se evidencia la familiaridad con el libro impreso en toda su magnitud.