{"id":100878,"name":"HOMBRE QUE CORROMPI\u00d3 HADLEYBURG"}

[{"id":104485,"title":"HOMBRE QUE CORROMPI\u00d3 HADLEYBURG","description":"La codicia, la avaricia y el ego\u00edsmo se estigmatizan en El hombre que corrompi\u00f3 Hadleyburg. Forma y contenido se funden en una unidad perfecta en vistas de una s\u00e1tira cruda, sostenida por un servicio esencial que se basa en un mecanismo narrativo bien entramado. Hadleyburg es mezquino, avaro y duro. Sus pecados se compendian en sus diecinueve familias importantes, y, en particular, en una, que desciende al escla\u00f3n m\u00e1s bajo de la degradaci\u00f3n y sume a la ciudad intachable en el oprobio de la corrupci\u00f3n y la inmoralidda. El resto del pueblo es Coro, en el sentido originario de la palabra: acompa\u00f1a el desarrollo de la acci\u00f3n cantando estribillos y habla por la boca del Corifeo, quien, a su vez, personifica la fuerza abstracta de la Conciencia C\u00edvica. En la narrativa del industrial y moderno siglo XIX, el dinero hab\u00eda tenido un lugar importante en las p\u00e1ginas de los escritores m\u00e1s representativos. Para Twain, en esta obra, el pecado original es el que, por medio del dinero, refleja la Vacuidad Social, plasmada por medio de una moral puritana elemental y simplificada. Tal vez en este punto resida el mayor acierto de El hombre que corrompi\u00f3 Hadleybug.","currency_symbol":"UYU","price":"390","is_offer":0,"old_price":"0","stock":"10.000","sizeChartFileURL":"","files":[{"height":1080,"width":691,"file_type_id":1,"url":"\/files\/tmp\/uncompressed\/zeg9k27vdx0wyg5pawo9.jpg","thumbnail_url":"\/files\/tmp\/uncompressed\/zeg9k27vdx0wyg5pawo9.jpg"}],"specIds":["",""],"badgeFileUrl":"","customizableFields":[]}]

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