Dentro de la multitud de actores de la Feria del Libro, elegimos algunas voces que nos interesan por pensar al libro de maneras inusuales. Quisimos saber cómo evalúan las dimensiones y el alcance de la Feria este año con el trasfondo de varias crisis, qué fue lo que más les sorprendió en 2023 y cómo imaginan todo esto en diez años.

Distribuidora Big Sur

Federico Gori, promotor de libros y desde la distribuidora Big Sur, es categórico y entusiasta: «Para Big Sur la Feria del libro es una fiesta y esta es la segunda Feria. Nosotros nacimos hace cuatro años, pero los primeros dos se suspendió por la pandemia. Esperamos menos público que el año pasado, pero no necesariamente menos ventas. El año pasado hubo un pico histórico de asistencia». Consultado sobre lo que les sorprendió de 2023, comenta: «la cantidad de lectores que ya nos conocen, que volvieron por más recomendaciones porque las que le hicimos el año pasado fueron un éxito». En el terreno de las sorpresas de Big Sur, indica: «Nuestra sorpresa no solo son los libros, que son la estrella, sino unas tote bags que hicimos con la frase Elijo leer y las tres estrellas de campeonato mundial, que son un éxito. Por otra parte, Santiago de Chile es ciudad invitada y la gran mayoría de las editoriales chilenas las distribuimos nosotros». Proyectándose hacia el futuro, Gori opina: «Esta es mi 16ª Feria: pienso para atrás, veo dónde estamos y lanzo mi deseo al futuro. Ojalá que en diez años seamos capaces de construir una Feria que sea una fiesta en la que quepan todes, que sea más diversa e inclusiva, una fiesta en la que nadie se quede afuera, ni por el valor de la entrada ni por el valor de los libros».

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Editorial Fiordo 

Salvador Cristófaro es editor de la argentina Fiordo y a la hora de evaluar las dimensiones y el alcance de la Feria, indica que «sigue siendo uno de los eventos culturales más importantes del año. En Argentina vivimos en estado de crisis permanente, pero esta Feria funciona como un catalizador catártico y esta edición lo demuestra una vez más. Es un momento de actualización de información entre profesionales de toda la cadena del libro, de encuentro de los lectores con sus editoriales, y de salida familiar recreativa. Hay lectores que solo compran libros en esta ocasión, y aunque quizás otros años se llevaran 5 libros y este año 2 o 3, desde Fiordo la estamos viendo como positiva y productiva. Es decir, no vemos que esté teniendo menor alcance, sino que se adapta a las posibilidades del contexto». En cuanto a lo que les sorprendió en el 2023, comenta: «Más que sorprendernos, nos alegra mucho ver en la Feria una gran afluencia de lectores jóvenes entusiasmados con los libros». Dentro de las sorpresas de Fiordo, Salvador destaca Islas del abandono, de la periodista escocesa Cal Flyn, que recorre lugares abandonados; y reimpresiones de títulos que hacían falta, como El reloj de sol, de Shirley Jackson, u Once tipos de soledad, de Richard Yates. A la hora de imaginar el futuro, expresa: «Es difícil saberlo. Esperamos que la lectura siga siendo importante».

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Fundación El Libro

Jorge Gutiérrez es director comercial y de operaciones de la Fundación El Libro, institución que organiza la Feria del Libro de Buenos Aires, así como la Feria del Libro Infantil y Juvenil. Como explica, «Nosotros estamos muy conformes con el desarrollo de la Feria dentro del contexto actual. Es un evento de carácter único y ya está instalada, tanto en cantidad y calidad de expositores, como en la asistencia de público, la presencia de los profesionales nacionales e internacionales que vinieron a realizar negocios, las propuestas de contenidos para todos los públicos, la presencia de los autores que llenan las salas y firman sus ejemplares, la propuesta de cada uno de los que trabajan y mucho para la realizan de esta feria, la calidad y diversidad de las editoriales e instituciones que nos acompañan son muy alentadores». Ya en lo que le llamó la atención del 2023, explica, fue «el interés del público por asistir a las distintas charlas, conferencias y presentaciones. Ya sea que fueran organizadas por nosotros como por los expositores me sorprendió la variedad de propuestas y que todas tenían público interesado en asistir a las mismas. Es lógico que se llene una sala cuando hay una presentación de un autor reconocido, pero ocurren otras que apuntan a públicos más específicos y también tienen su audiencia y generan interés». En el terreno del futuro, Gutiérrez opina: «Siempre estamos pensando maneras y formas de hacer las cosas diferentes, sumar nuevos públicos y acercar propuestas de valor que generen interés. Seguramente tenemos muchas cuestiones que analizar y mejorar, como pensar la Feria para que los que no pueden vivirla (porque la feria se vive) de manera presencial puedan ser parte de un evento de esta magnitud». 

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Ediciones Corregidor

Norberto Gugliotella es licenciado en Letras y responsable de prensa de Ediciones Corregidor. En la evaluación de estas semanas, indica: «Nosotros imaginábamos una Feria como la que estábamos viviendo. El día que se inauguró, fue el día de la subida del dólar paralelo, y eso impacta. El aumento de precios y del papel hacen que el precio de los libros sea menos accesible para el gran público. En el 2022, fue especial porque hubo tres años que no se hizo. Había una necesidad de volver a encontrarse y de que los libros fueran la excusa. En 2023, volvimos a una realidad que ya estaba en 2019, aunque ahora estamos mejor». En cuanto a las sorpresas, expresa: «No encuentro grandes sorpresas para nosotros. La gente se asusta con los precios y lleva menos libros que el año pasado». Una de las sorpresas de Corregidor: la poesía completa de Susana Thénon. Ya en el terreno de la proyección, Gugliotella opina: «Respondo esta pregunta a nivel personal. La Feria es el fiel reflejo del mercado, con dos grandes pulpos en el centro de la escena y el resto a los costados viendo lo que pasa. Imagino que se va a seguir reproduciendo este modelo. Este tipo de feria le da más importancia a todo lo que rodea al libro, que al libro en sí. Espero que todo esto sea diferente, similar a la Feria del Libro Infantil, y no este modelo de los grandes carteles y las pantallas como el actual». 

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Cooperativa Typeo 

Damián Cabeza es librero y hace unos años edita para la editorial La Libre. La editorial es socia fundadora de la cooperativa de provisión de servicios para la actividad editorial Typeo, que estuvo en la Feria. Como cuenta, «La Feria del Libro nos agarra en plena sinergia de trabajo colectivo. Con Typeo acabamos de conformarnos como cooperativa de provisión de servicios y eso nos hace pensar que está todo bien, que el trabajo colectivo en el mundo del libro gratifica un montón. Por encima se encuentra la crisis del papel, las disparadas del dólar y los conflictos políticos que parecen no tener fin. Entre todo esto está la FILBA, que es la feria que más personas mueve y en la que tenemos la posibilidad de mostrar nuestros catálogos al público en general y también a librerías de nuestro continente. No se vende un montón, pero se hacen alianzas». Si se lo consulta en cuanto a qué les sorprendió, opina «la cantidad de editoriales y distribuidoras independientes en esta FILBA. Nos hace pensar que, a pesar de la crisis, nuestro rubro es obstinado y no para de intentar crecer y hacer». Y en el terreno del futuro, explica: «Los desafíos son muchos y muy cortoplacistas: editar nuevos libros, reimprimir, vender. 10 años es un montón de tiempo cuando los problemas de insumos son cada vez más frecuentes y se sigue agravando la crisis económica. Lo que nos queda a las editoriales independientes es unirnos cada vez mas para continuar y crecer. Para esto creamos Typeo». 

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Editorial Limonero 

Manuel Rud es editor de Limonero, junto a Lulu Kirschenbaum. Esta editorial es un sello editorial independiente especializado en el libro ilustrado, que además ganó el premio a la mejor editorial del año. Consultado sobre cómo evalúan la Feria, Rud indica: «A pesar del momento crítico, la concurrencia a la Feria viene siendo muy buena y los días jornadas profesionales también han sido notablemente concurridas. Por supuesto, resulta imposible de escapar a la coyuntura económica general y a las dificultades puntuales de la industria editorial, entre las cuales la disponibilidad y los precios del papel parecen ser las más delicadas». A la hora de compartir lo que más les sorprendió, opina: «el nacimiento y crecimiento de editoriales pequeñas e independientes que apuestan a obras innovadoras y fuera del mainstream. Es notable también la cantidad, calidad y diversidad de nuevos ilustradores buscando su oportunidad publicados». ¿Las sorpresas de la editorial? «En Limonero presentamos dos traducciones: Un día genial, de la francesa Anne Laval, y ¡Hola, piedra!, con textos de Giuseppe Caliceti e ilustraciones de Noemi Vola. Además, estamos mostrando especialmente Todo lo que pasó antes de que llegaras, de Yael Frankel. En cuanto al futuro, Rud opina: «La Feria del Libro es, para los editores, un evento intenso y desgastante. Sin embargo, al mismo tiempo, es la vidriera más importante para las editoriales y el evento más masivo a nivel de contacto directo con nuestro público lector. Tal vez sería una buena idea acortar un poco los 21 días de duración y reforzar las jornadas profesionales con más visitantes del exterior, que aporten dinamismo no solo a los aspectos comerciales del libro físico sino también al mercado de derechos y a la difusión internacional del libro argentino. Dicho esto, más allá de los esperables cambios en la industria editorial, creo que afortunadamente el libro sigue “condenado a sobrevivir” a todas las coyunturas y por muchos años, así que imagino que también lo estará la feria».    

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Editorial RM

Javier Reverte es director general de Grupo Reverte. (Reverte, Reverte-Management, Editorial RM) y opina que «Claramente hay un desajuste entre la realidad del sector del libro, y la opulencia que se respiraba en la Feria. Se debe entender esto en un contexto, en que la imagen que quieren transmitir editoriales, librerías y distribuidores sea suficientemente atractiva para hacer pensar que son actores importantes en el ecosistema del libro. Supongo que las facilidades que da la organización ayudan también a esta imagen». Consultado sobre lo que más le sorprendió en 2023, explica: «Mayor presencia de distribuidores internacionales de los que pensaba. El final de pandemia, y los pocos eventos internacionales que hay en el primer semestre de este año, ayudan también». La sorpresa de RM en la Feria: «la presentación de un programa de novedades muy ambicioso». Por último, ¿habría que repensar la forma en que se hace la Feria? «No tengo suficiente experiencia en esta feria, como para poder hacer un análisis. Lo que sería interesante es que no se solaparan las ferias de Bogotá y de Buenos Aires. En la medida que el sector editorial y los índices de lectura vayan creciendo, esta feria tiene una buena base para seguir creciendo. Para ello es importante crear el hábitat adecuado con un buen impulso a la promoción a la lectura, y una buena difusión local de la feria, para fidelizar a los expositores y a los compradores, y generar el interés en el público para visitar de la feria».