Diarios
El ojo es un francotirador
Por Marianela Morena / Miércoles 14 de agosto de 2019
Victoria Pereira, integrante del proyecto «Naturaleza Trans». Foto: Agustina Urrutia.
Somos ojo: espectador, justiciero, limitante y limitado, francotirador y ciego. Marianella Morena en sus Diarios reescribe la vida desde la experiencia escénica y tras algunas reflexiones durante el proceso de construcción de la obra Naturaleza Trans, comparte un fragmento de la misma.
Fragmento de la obra en proceso Naturaleza Trans.
El ojo es una metralleta. Dispara. Un maldito terrorista que se apodera de mis órganos y trafica con ellos.
El ojo captura y guarda cielos y campo. Esconde información porque antes de dormirnos estaba el caballo sobre sus patas, los pájaros en el lomo y hoy es hombre y bestia a la vez. Ojo traicionero.
Cuando miro detenidamente los animales dejan de ser animales.
Anoche no había criaturas desordenadas, ni sirenas en el arroyo; los sapos y los peces estaban ubicados normalmente; nosotros protegidos en la casa, cada uno en su cuarto; pero nadie está a salvo.
Mi ojo es un francotirador. Roba partes indebidas de un cuerpo, y no quiero esa maraña, ese desconcierto. Quiero civilización y cordura, palabra con palabra como debe ser, hombre con mujer, animal con animal, como debe ser. No se trata de religión, literatura, teatro o cine. El ojo impone la genitalidad que no coincide con la imagen, y sin acuerdo contamina el pensamiento, destruye el pacto biológico. Uno debe protegerse y no alcanza lo sabido.
Pero el ojo recorta la zona no debida del cuerpo no debido que está enfrente mío.
El ojo caza y nos entrega la presa que no pedimos… Le avisé esta mañana, se lo comuniqué en voz alta: no quiero partes de un cuerpo irreal o fantástico, quiero un ser que coincida con su origen natural, nada de injertos con documentos de identidad. No hagas lo que quieras conmigo, hay un orden para respetar.
Soy hombre-mujer-caballo-pájaro-pasto a la vez, sin explicaciones.
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