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El teatro es una tribuna ciudadana
Por Marianella Morena / Lunes 17 de setiembre de 2018
Reflexiones sobre el teatro y ese otro que asiste al encuentro con la obra, con la escena. Hoy, Marianella Morena encuentra a la escena como una tribuna, con toda su ebullición e interpelación que permite que el teatro y la ciudadanía dialoguen mucho más de lo que creemos.
En la realidad actual, donde se divide lo presencial de lo virtual, la escena teatral se resignifica y adquiere un nuevo lugar que no está ligado al lenguaje convencional o rupturista. Tampoco a contenidos, y forma de estructurarlos. No.
La discusión ya no está centrada ahí. El teatro vive un cambio de paradigma y da un salto cualitativo. Aclaro, por las dudas: refiero a las artes escénicas en el mundo occidental. No estoy supeditada a lo que sucede solamente en esta geografía, aunque el uruguayo vive una primavera, como pocas veces había experimentado.
Desde las experiencias alemanas de Rimini Protokoll, la creación escénica ya no es un mero espacio ficcional para contar historias, ni una combinación de lo real con lo dramático, tampoco un juego de variables entre documental con formatos estéticos, no. Eso ya no es provocador. El teatro hoy se apodera del espacio político, de la misma manera que la política construye sus puestas en escena incorporando la ficción, el personaje, el timming, el relato y las líneas de captación de públicos. ¿Y por qué es importante provocar?
Provocar no está acotado, dónde, para qué y por qué. Provocar es la esencia misma de la escena viva que confronta al otro en su comodidad. La escena es en sí misma provocadora, es un acto voyeurista, obsceno, polémico. Es una dinámica cultural que hemos naturalizado, pero que debe cumplir su rol para no disiparse en la industria del entretenimiento que también trabaja con la producción artística; pero son cosas bien distintas, apuntan a objetivos bien diferentes.
Es muy difícil generar provocaciones masivas, más bien que es al revés, se involucra primero a las minorías, y luego expanden el fenómeno por otros soportes comunicacionales, y se masifican. Son algunas de las verdades poderosas que la naturaleza creativa inflige sobre lo real.
La escena hoy se acerca más a una tribuna que involucra al otro, haciendo uso de todas las estrategias, y cuando digo todas, son todes. Sí. Como en las campañas electorales, a diferencia de que no se contrata una agencia de publicidad para que sople al oído la inteligencia y la sensibilidad, y dónde tienen que ir cada una. La agencia piensa en la venta, los políticos en los votos, los artistas piensan en la dimensión humana y su complejidad. Así es que, al día de hoy, la teatralidad y la ciudadanía se dan cita mucho más a menudo de lo que se sabe.
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