el cuerpo como objeto y sujeto artístico
Más que carne
Por Mariangela Giaimo / Jueves 19 de abril de 2018
Sin título (Your body is a battleground), Barbara Kruger, 1989
Cuerpos expuestos como objetos. Cuerpos femeninos que se ofrecen. Cuerpos bellos y pasivos. Cuerpos musas. Marzo se inscribió en los parámetros del mes de la mujer y nos da una excusa —para algunos momentánea, para otros necesaria— para anotar algunas propuestas de mujeres en el escenario capitalino en el que el cuerpo está presente desde una mirada crítica y deconstructora.
Feminicidios, brecha salarial, estereotipos de género, son algunas de las violencias que viven las mujeres en la sociedad. El mes de marzo estuvo lleno de actividades de reflexión acerca de estas desigualdades y el escenario de las artes visuales, de muestras de artistas mujeres. El arte también es un ámbito masculino, desigual. y muchas artistas han trabajado la invisibilidad y discriminación de la mujer en él.
Por ejemplo, el pasado 21 de febrero de 2018 la artista y activista española Yolanda Domínguez realizó, junto a María Giménez, una acción de visibilidad de las mujeres en el mundo del arte. La acción fue «Estamos Aquí» en la feria internacional ARCO en la que artistas independientes y de diversos colectivos circularon con el signo de geolocalización de Google Maps sobre sus cabezas.
«Estamos aquí» - Yolanda Domínguez
En el contexto del pensamiento feminista de los años setenta, algunas artistas comenzaron a problematizar sobre las desigualdades de la mujer a través del cuerpo como forma de expresión y vehículo de otro discurso de tono paródico, incómodo o reivindicativo. El feminismo y el arte ponen a la corporalidad, entonces, como lugar y campo de lucha de reivindicaciones sobre autonomía, maternidad, sexualidad, identidad, violencia y representación, por nombrar algunos de los temas posibles.
El cuerpo también es parte de los varones —así como el género— y en las artes visuales también existen ejemplos de artistas cuyo centro de discurso es el cuerpo —por ejemplo, Robert Mapplethorpe retratando cuerpos masculinos musculosos, construyendo así un tipo de masculinidad o Vito Acconci y su acciones poéticas e intervenciones personales, entre otros—.
Smutty - Robert Mapplethorpe - 1980
Desde marzo, se vienen realizado en Montevideo una serie de propuestas en las que estos asuntos están en discusión y, además, aparece el cuerpo desde la representación: literal o metafóricamente. No importa si las artistas se asumen como feministas o no, su propuesta puede interpretarse desde esa postura. Por ejemplo, «Lo íntimo y lo público. El acto subversivo de la mirada», de Ana Casas Broda, Maya Goded (ambas de México) y Gisela Volá (Argentina), presenta un recorrido por la representación de la mujer y los roles sociales establecidos para habitar un cuerpo: desde la maternidad, la sexualidad y la violencia de género, así como de la figura de la bruja. Esta muestra está hasta el 2 de junio en el Centro de Fotografía de Montevideo.
Otro ejemplo fue la propuesta «Territorio infiltrado» en la que Alejandra González Soca, que trabaja con el acervo del Museo Blanes— interviene esculturas —de manera personal y colectiva— para problematizar el tema del género.
Alejandra González Soca
Un ejemplo relacionado con relación a la ilustración y el diseño fue la muestra colectiva «Vivan las mujeres», de Clarisa Moura y Abril Castillo, para Vértigo Galería junto a Amnistía Internacional, que estuvo coorganizada por Caro Curbelo y la Dirección Nacional de Cultura. El tema fue el feminicidio y se pudieron ver, además, propuestas de las ilustradoras uruguayas Cathy Burghi, Claudia Prezioso, Daniela Beracochea, Florencia Durán, Lucía Estévez, Lucía Franco, Lucía Picerno, Michelle Malréchauffé, Noe Cor y Sabrina Pérez.
Diseño de Lucía Franco para «Vivan las mujeres»
A su vez, en la primera y segunda planta del Centro Cultural de España está «Feminisarte IV», una propuesta de la crítica e historiadora española Margarita Aizpuru en la que dieciocho artistas mujeres ponen el foco en el arte desde diversos lenguajes y una postura feminista. La planta baja está abierta hasta el 2 de junio y el segundo piso hasta el 17 de mayo.
Pieza 3 - Mara León - «Feminisarte IV»
Hay dos textos que son unas joyitas en la propuesta que plantean con relación al cuerpo: El cuerpo del artista y El arte y el cuerpo.
El cuerpo del artista (Phaidon, 2006)
El libro se divide por temas y artistas que exceden el ámbito del feminismo: incluye a artistas —hombres y mujeres— que han trabajado con el cuerpo como materialidad en collage, instalación, performance, fotomontaje, y otros lenguajes y soportes desde las vanguardias del siglo XX —como el surrealismo— hasta llegar al 2000. El capítulo introductorio de Amelia Jones sobresale como un texto fecundo y valiosísimo en el que hace un recorrido conceptual, histórico y autoral que da densidad y relato al cuerpo en las artes visuales a partir de la década del sesenta hasta los noventa.
Según Jones, en los sesenta es que comienza a «verse» el cuerpo del artista —esto no quiere decir que antes, con Jackson Pollock, por ejemplo, no estuviera el cuerpo en acción— ya que empieza a perderse el sujeto universal de Descartes. Es decir que el cuerpo irrumpe más comúnmente como forma de poner en escena al artista como forma de reivindicación de un sujeto diferente: femenino, marginado, consumido y consumista, activista, resistentes al poder y punto de intersección de lo público y lo privado.
El arte y el cuerpo (Phaidon, 2016)
Este libro hace un recorrido —principalmente historiográfico— de la representación del cuerpo en las artes, desde la Venus de Willendorf hasta artistas contemporáneos. Lo interesante es que en los diversos tópicos que va desarrollando como la belleza, la identidad, el poder, la religión y las creencias, por ejemplo, los autores presentan en las mismas páginas distintos objetos y planteos artísticos que generan cierta intertextualidad entre ellos. De esta manera, se invita al lector a realizar sus propias conexiones conceptuales o técnicas.