Conversación con Lara Frejman y Ariel Birencwaig
Visita a la librería Medio Pan y un Libro, en Buenos Aires
Por Escaramuza / Lunes 16 de octubre de 2023
Fachada de Medio Pan y un Libro.
«Nosotrxs todos los días nos vamos con una amiga o amigo nuevo de la librería. Y a muchos vecinxs y clientxs les pasa lo mismo»: conversamos con Lara Frejman y Ariel Birencwaig, de Medio Pan y un Libro, sobre todo lo que significa una librería. Una visita imperdible a este enclave de cultura en Villa Ortúzar.
¿Es mera impresión, o gran parte de las librerías preciosas que visitamos desde el comienzo de esta serie han estado signadas por el impacto de la pandemia (y el tránsito hacia el comercio en línea) pero, sobre todo, por ocupar un lugar clave en sus respectivos barrios y comunidades? En un mundo en el que las grandes librerías pierden espacio, surgen, desde la precariedad, la bibliodiversidad y el compromiso, pequeñas librerías que hacen un contrapeso a lo anterior. La conversación que tuvimos con Lara Frejman y Ariel Birencwaig, de Medio Pan y un Libro, una librería de Villa Ortúzar, con toldo amarillo y sillas en la calle, además de libros, claro, confirma esta tendencia que se nota en varios lugares de, al menos, Latinoamérica.
«Medio Pan y un Libro nace en 2018 de manera virtual, para luego en 2019 abrir un local en el barrio de Villa Ortúzar. Es una esquina hermosa, en un barrio muy tranquilo. Todo lo que vino después no lo esperábamos y lo primero fue la pandemia, a los pocos meses de que nos habíamos mudado, todavía estableciéndonos. Pero sucedió ahí que, al haber trabajado como librería online, teníamos aceitado un mecanismo que otras librerías tuvieron que comenzar a hacer desde cero. Por otro lado, al ser un comercio de barrio, rápidamente pudimos comenzar a trabajar con todas las precauciones necesarias. Ahí, de a poco, fuimos estableciendo un vínculo con lxs vecinxs cada vez más cercano, que al día de hoy sigue creciendo y nutriendo a Medio Pan. Creemos que la librería pasó a ser un espacio, un lugar que genera red, entre vecinxs, emprendimientos, libros, editoriales, escritorxs, lectorxs», cuentan cuando les preguntamos sobre los comienzos de la librería. Como en otros lugares, tampoco falta la opción del café: «Y ahora desde hace tres meses funciona al lado de la librería un espacio en el que los clientes pueden quedarse leyendo o reunirse, consumir algo en un ambiente tranquilo, rodeados de libros y cosas ricas».
Consultados sobre qué haría a Medio Pan y un Libro diferente como librería, Lara y Ariel primero contextualizan lo que está ocurriendo a nivel general: «Afortunadamente han surgido en el último tiempo muchas librerías en la ciudad de Buenos Aires. Es una ciudad que siempre se caracterizó por eso pero en el último tiempo, postpandemia sobre todo, el fenómeno de las librerías de barrio no paró de crecer». En ese sentido, agregan: «Nosotrxs todos los días nos vamos con una amiga o amigo nuevo de la librería. Y a muchos vecinxs y clientxs les pasa lo mismo. A Medio Pan venís por un libro y te vas con una historia, recomendación de música, películas, comida o hasta con un amigo, y eso no sé si pasa en todos lados. El trato es muy de igual a igual, lxs clientes nos recomiendan libros a nosotrxs, se recomiendan entre sí, nosotrxs a ellos... La librería es un punto de encuentro y de trabajo para el sector editorial también. Editores, correctores, autores vienen a trabajar al café, pasan a comprar libros, recomiendan a clientes que entran… Nos gusta compartir, lo hacemos desde un lugar muy desprejuiciado. Todo lo que se armó en torno a la librería tiene que ver con clientes que se hicieron amigos: la persona que plantó los árboles de la puerta y colocó las enredaderas, las chicas arquitectas que hicieron el café, los y las que arman grupos de lecturas, y talleres, los proveedores que ahora tenemos en la parte de la cafetería y así…».
De todas formas, y en medio de este auge, es lógico preguntarles qué impacto tiene el contexto político/social/económico argentino en la actividad de la librería y cómo navegan esta tormenta. Lara y Ariel responden: «Desde hace años que la actividad en Argentina no es “normal”. Creo que terminamos por acostumbrarnos a una nueva normalidad, en muchos aspectos, y en lo que refiere a la librería también. La salida es colectiva, es un lema que se instaló y que se repite ante las reiteradas crisis: pandemia, devaluación, inflación, crisis del papel, etc. El sector editorial encontró, quizás como ningún otro, una manera de remar que es en conjunto, por eso hay tantas ferias, festivales, encuentros y proyectos hermosos de toda índole que surgen; la creatividad es infinita, se vuelve divertido y adrenalínico, esa es la parte buena de algo con lo que tenemos que convivir, que es mucha incertidumbre».
En cuanto al movimiento de la librería en sí hay estrategias específicas, que detallan: «estamos atentxs a los cambios que se van produciendo y buscamos la manera de mantener una buena oferta para lxs lectores, ya sean con catálogos nuevos, libros de bolsillo, o dando a conocer excelentes libros de cuentos, poesía o novelas de editoriales que quizás tienen una trayectoria más corta, un catálogo más acotado, pero con autores que vale la pena descubrir». Y surge, en medio de esta puesta en común, una reflexión: «Si tuviéramos mejores condiciones y un contexto más propicio, no surgirían muchas de las propuestas que en los últimos años salieron a hacerle frente a las crisis. Claro que también es agotador lidiar con las rendiciones, los cambios de precios, el aumento de los costos, la imposibilidad de planificar y el día a día con clientes y lectores que ven que los precios se disparan y no alcanzan quizás a comprar lo que podían años atrás. Eso nos pone mal, en este año electoral sabemos que la cosa siempre se pone más difícil, pero algo nuevo termina surgiendo, siempre».
La conversación deriva hacia las semejanzas y diferencias entre el panorama editorial argentino al uruguayo, a lo que Lara y Ariel responden: «Sabemos que en Uruguay también hay grandes grupos que monopolizan la actividad, que son pocos, y que son los que manejan probablemente gran parte del sector. Hay proyectos muy interesantes, los que más llegada tienen acá son los libros de Criatura Editora, pero para la feria del libro o la feria de editores nos visitan mucho desde Uruguay. Quizás en el último tiempo el sector argentino comenzó a tener más vínculo con las muy buenas propuestas editoriales de Chile, pero la relación con Uruguay siempre está». Ahora bien, en lo particular del mercado argentino, explican: «En Argentina son muchísimas las novedades que recibimos mes a mes. Por un lado es signo de una producción con mucha vitalidad, por el otro, resulta abrumador… no sabemos cómo será ese aspecto allá en Uruguay. Creo que también la explosión de las llamadas “editoriales independientes” ya sumó un peso importantísimo acá y allá, eso influye para bien. Las librerías son aliadas para estas editoriales que saben que hay libreros que leen sus publicaciones y les dan espacio».
Después viene el momento de preguntartes cuál es la sección de la librería que prefieren, y si es la misma de los y las lectoras. Sobre la primera pregunta, explican: «Durante algunos años, sobre todo al comienzo de Medio Pan y un Libro, la librería se especializó en libros vinculados a etnobotánica, el chamanismo, las plantas medicinales y ensayos que oscilan entre la antropología, las ciencias sociales y lo esotérico también. Es una sección que cuidamos mucho, para la cual nos ocupamos de conseguir libros muy difíciles de hallar, y que trabajamos con editoriales de distintas partes del país. Esta sección podemos decir que sigue siendo preferida entre lxs lectorxs». En cuanto a la segunda pregunta, acotan: «Sin embargo, en el último tiempo, ampliamos mucho más nuestra oferta de narrativa, que siempre estuvo, pero ahora gana más lugar físico en la librería. Por otro lado, tenemos un nuevo eje favorito que son los libros de arte, fotografía, novela gráfica: libros ilustrados de gran tamaño, con una calidad increíble en lo objetual, y que el público disfruta mucho también. Tenemos un sector bien conformado y con la apertura del nuestro café ganó más lugar de exposición y un entorno que hace que se disfrute más, también».
También quisimos saber si hacen listas de los más vendidos, y si son aquellos libros que más les gusta vender. «Tenemos un seguimiento que a veces es diario, o semanal, para trabajar las reposiciones y siempre vemos de manera mensual también cuáles fueron los movimientos. Hemos hecho también un ranking anual alguna que otra vez. Esa lista queda para nosotros pero podríamos comenzar a compartirla, se genera algo lindo también con lxs vecinos. Y sí, los más vendidos en general tienen que ver con las lecturas que nosotros promovemos. Siempre hay libros bestseller que pueden gustarnos o no, pero suelen tener una explosión en poco tiempo, en cambio las lecturas que recomendamos se venden todo el año».
Para terminar la conversación, le preguntamos a Lara y Ariel si podrían recomendarnos tres libros: «Recomendamos tres autorxs y varios títulos de ellxs:
Toda la obra de Mercedes Halfon: El trabajo de los ojos, Diario Pinchado y su último libro Extranjero en todas partes, los días argentinos de Gombrowicz.
Recomendamos también mucho a Diego Muzzio, sobre todo la novela El ojo de Goliat, pero también los cuentos de Mockba y Doscientos Canguros.
Y recomendamos leer siempre a Mariana Travacio, su novela Quebrada, que es espectacular, Como si existiese el perdón, misma sencillez y belleza, y los cuentos de Cenizas de Carnaval y Me verás caer.
¿Dónde queda Medio Pan y un Libro?
Virrey Avilés 3700, esquina 14 de Julio. CABA, Argentina.
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