las palabras y sus poéticas
Eduardo Milán y el ensayo poético
Por Roberto Appratto / Martes 04 de diciembre de 2018
Foto: Pedro Zamacona
La escritura de Eduardo Milán navega en un mar paralelo entre la poesía y el ensayo sobre poesía. Una de las mentes más lúcidas y poéticas que nos regaló nuestro país, en palabras de otro gran poeta: Roberto Appratto.
Resistir: insistencias sobre el presente poético es el título de uno de los tantos libros de ensayos de Eduardo Milán. Cuando empezó a escribir ensayos sobre poesía, varios años después de irse a México, sumó esa escritura a la poética. A esta altura, puede decirse que se superponen; que los ensayos sobre poetas y poesía, sobre todo de poesía latinoamericana —y el alto nivel de conciencia de movimientos, figuras, etapas, quiebres y comienzos que exhibe en ellos— se imponen ante todo como escritura, y como escritura poética. Nivel de conciencia, más que de conocimiento. Escribir sobre es para él escribir en paralelo al fenómeno poético. Sabe lo que ha sido la poesía de los últimos cien años, pero no convierte ese saber en histórico, sino en herramienta teórica. Lo que dice es siempre un diagnóstico en movimiento, en revisión. Cuando afirma algo, cuando sitúa un fenómeno o una figura, está haciendo lo mismo que cuando escribe poesía: cuestionar, postular, multiplicar. Lo que sabe implica pensar de otra manera, situarse también él en su escritura para no perder pie ante la avalancha de lo real, que va en contra.
De eso habla, sin parar, resistiendo y a la vez insistiendo sobre el presente poético. En los ensayos, como en la poesía, en un camino que profundizó en los últimos años, no sigue líneas rectas: las ondulaciones del pensamiento, los quiebres, las ocurrencias, los cambios de registro y los juegos de palabras son también maneras dramáticas de construir su figura, de defender aquello que hace y las razones de por qué lo hace. Razón de amor y acto de fe es el título de un libro suyo de poemas, que puede servir para entender esa construcción. Milán siempre peleó, desde el Uruguay, por un modo de concebir la poesía que es también un modo de concebir la historia de la poesía: y también el mundo en que vive, para que esos modos encuentren su sentido. Parra, los concretos, Mallarmé, Pound, pero ante todo su lectura, de ellos y de muchos otros, son las claves. Si la poesía se continúa en el ensayo, ambos se continúan en su idea de lo que tiene que hacer el poeta en el mundo. Por eso escribe desde la conciencia, también, de la pérdida de referentes y de sentido. No hay duda, para él, de las consecuencias morales de esa pérdida. Saber eso implica saber quién es uno: la insistencia y la resistencia son para explicarse la importancia de los hechos poéticos y del pensamiento que lo rige. Esos hechos se miden en acciones: por la poesía y el ensayo se construye la responsabilidad de lo humano. Postula otra manera de leer a sabiendas de que puede no entenderse, puede parecer un gesto raro en estos tiempos. Está ahí como un acto de fe en lo que no está, pero puede ser mientras se siga escribiendo poesía, pese a todo.
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