Reginaldo Ferreira da Silva, Ferréz, es el referente más importante del Movimiento de Literatura Marginal de Brasil. Nació, y vive aún, en Capão Redondo, barrio periférico del sur de San Pablo, estigmatizado por encabezar los índices de violencia y tráfico de drogas de la ciudad. Además de escritor, es cantante de hip hop y fundador 1DASUL, una usina cultural en la que se editan, desde la favela, libros y discos de artistas locales. 1DASUL tiene incluso su propia marca de ropa que le da trabajo a muchas familias del barrio.

Ferréz aclara cada vez que puede que uno de sus primeros empleos fue vendiendo escobas y, con la misma transparencia, cuenta que su entrada a la literatura fue a través de la poesía concreta. Había conseguido empleo en un archivo y empezó a colgar sus poemas en las carteleras del trabajo. Fue con la ayuda de su empleadora que autopublicó el poemario Fortaleza de la desilusión. A la presentación solo asistieron sus amigos de la favela y, cuando terminó la lectura, uno de ellos se le acercó y le dijo: «Muy lindo todo, pero, ¿en dónde estamos nosotros ahí?».

Esa pregunta, casi como el poema de Bertolt Brecht, «Preguntas de un obrero ante un libro de historia», es la que hizo el clic definitivo. De ahí en adelante empezó a escribir sobre lo que pasaba en el barrio. A darle voz a los que no tienen voz. Su primera novela fue Capão Pecado, la historia de un joven que trata de escapar del estigma social de vivir en la periferia.

Pero fue con el libro Manual práctico del odio con el que saltó a la fama y empezó a ser reconocido como una de las voces más emblemáticas del realismo sucio. Se trata de una novela de pulso policial que toma al lector de la solapa y no lo suelta hasta la última página. Manual práctico del odio cuenta la historia de una banda de ladrones que está armando un golpe. Es la primera vez que los integrantes de esta banda trabajan juntos, por eso desconfían unos de otros, y hacen bien. Ferréz pinta de primera mano el mundo del crimen, de la policía corrupta, el narcotráfico, los escuadrones de la muerte, sin abandonar nunca el tono de denuncia social, que es su marca.

Nadie es inocente en San Pablo es su primer libro de cuentos para adultos, según el mismo Ferréz, algunos de esos once cuentos se pueden rapear. La temática gira en torno a los prejuicios que atraviesan a toda la sociedad, el abuso policial, la explotación laboral y también la historia de aquellos oprimidos que pueden volverse opresores en un solo un abrir y cerrar de ojos.

Dios se fue a almorzar es su última novela, pero la primera que escribe desde la perspectiva de un personaje perteneciente a la clase media. Calixto se encuentra inmerso en un profundo drama personal. Trabaja en un archivo tercerizado en el que varias empresas guardan los legajos de sus empleados. Revisando esos legajos es que su vida empieza a temblar.

Amanecer esmeralda es su primer libro para niños. Mañana es una nena que vive en un barrio pobre y que, a través del amor y dedicación de un maestro, logra cambiar la dinámica de su casa y la historia de su barrio. Como una Cenicienta de la modernidad, Ferréz nos trae a una niña que, al encontrarse con sus orígenes, puede acceder al derecho de ser ni más ni menos que feliz.

Ferréz es un promotor de futuro. Una vez me contó que ya ni puede tomarse una cerveza en la puerta de la casa porque pasan las madres del barrio con sus hijos de la mano y lo señalan diciendo: «Vos estudiá, que cuando seas grande vas a ser como él».