ESPAÑA SALVAJE 5ªED
VV.AA.
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Temática:
Editorial: LA FELGUERA
Cantidad de páginas: 552
Peso: 625g
ISBN: 9788494830587
Dimensiones: 24 x 17
Una orgía macabra de esperpentos patrios. Una obra monumental y «salvaje» que retrata una España muy dada al exterminio, la cultura de la muerte y la necropolítica. Prólogo de Jorge Martínez (Ilegales).
Se abre el telón. Una calavera y una guadaña. El sonido de una detonación. El espectáculo dantesco impresiona. España fue una danza macabra. ¿Lo sigue siendo? ¿Acaso volverá a serlo? Porque siempre nos acompañan visiones oscuras, pesadillas y, cada cierto tiempo, retorna la sombra de los garrotes y el ojo por ojo, la rencilla sanguinaria y goyesca, el atavismo como tradición que se dice (con sorna y casi con orgullo) «muy nuestra». Nos matamos, y mucho. Y de qué manera. Por «Dios y por España», dijeron algunos.
España Salvaje. Los otros Episodios Nacionales, una orgía macabra de esperpentos patrios y necropolítica a través de nuestra historia, comienza con el desastre de Cuba, la pérdida de las colonias y la literatura criminal (una orgía de sangre en papel), para dar paso a la guerra de Marruecos, todo un bautismo de fuego legionario y nacionalismo militante que pronto dará paso a los grupos de asalto paramilitares tanto fascistas como ultracatólicos (algunos con el lema «Quien no está conmigo, está contra mí») y tradicionalistas. Tuvimos imitadores del fascio italiano, como Ramiro Ledesma y su lema «No parar hasta conquistar», o el matonismo de Onésimo Redondo, que desarrollaron una estrategia de terror callejero y fascinación por la milicia, el puñal y la futurista «guerra como higiene del mundo». Nos quedaba, eso sí, la antigua colonia de Guinea, donde también protagonizamos otro capítulo más de esperpento patrio con los «falangistas morenos» y el sueño de ser lo que ya no éramos. El franquismo y la muerte convivieron tan de cerca que la dictadura fue un alarde de necropolítica y exaltación de los «caídos», marchas nocturnas, «liturgias de fuego» y hasta «Día del Dolor».
¿Existe acaso algo así como un ser «español» y una naturaleza «española»? Puede que lo que se muestra en esta antología ilustrada, resultado de una ingente labor de investigación y con una gran documentación visual, sea un buen comienzo de respuesta. Es terrible, sí, pero todo lo que se cuenta es cierto. Todos estos esperpentos patrios sucedieron. Pasen y vean. Lo sabemos, corta la respiración, pero ya va siendo hora de encontrarnos con aquello que también somos porque lo fuimos. Aquí están los otros Episodios Nacionales.
Se abre el telón. Una calavera y una guadaña. El sonido de una detonación. El espectáculo dantesco impresiona. España fue una danza macabra. ¿Lo sigue siendo? ¿Acaso volverá a serlo? Porque siempre nos acompañan visiones oscuras, pesadillas y, cada cierto tiempo, retorna la sombra de los garrotes y el ojo por ojo, la rencilla sanguinaria y goyesca, el atavismo como tradición que se dice (con sorna y casi con orgullo) «muy nuestra». Nos matamos, y mucho. Y de qué manera. Por «Dios y por España», dijeron algunos.
España Salvaje. Los otros Episodios Nacionales, una orgía macabra de esperpentos patrios y necropolítica a través de nuestra historia, comienza con el desastre de Cuba, la pérdida de las colonias y la literatura criminal (una orgía de sangre en papel), para dar paso a la guerra de Marruecos, todo un bautismo de fuego legionario y nacionalismo militante que pronto dará paso a los grupos de asalto paramilitares tanto fascistas como ultracatólicos (algunos con el lema «Quien no está conmigo, está contra mí») y tradicionalistas. Tuvimos imitadores del fascio italiano, como Ramiro Ledesma y su lema «No parar hasta conquistar», o el matonismo de Onésimo Redondo, que desarrollaron una estrategia de terror callejero y fascinación por la milicia, el puñal y la futurista «guerra como higiene del mundo». Nos quedaba, eso sí, la antigua colonia de Guinea, donde también protagonizamos otro capítulo más de esperpento patrio con los «falangistas morenos» y el sueño de ser lo que ya no éramos. El franquismo y la muerte convivieron tan de cerca que la dictadura fue un alarde de necropolítica y exaltación de los «caídos», marchas nocturnas, «liturgias de fuego» y hasta «Día del Dolor».
¿Existe acaso algo así como un ser «español» y una naturaleza «española»? Puede que lo que se muestra en esta antología ilustrada, resultado de una ingente labor de investigación y con una gran documentación visual, sea un buen comienzo de respuesta. Es terrible, sí, pero todo lo que se cuenta es cierto. Todos estos esperpentos patrios sucedieron. Pasen y vean. Lo sabemos, corta la respiración, pero ya va siendo hora de encontrarnos con aquello que también somos porque lo fuimos. Aquí están los otros Episodios Nacionales.
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