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Poesía neerlandesa

[Traducĕre #11] Dominique De Groen por Micaela Van Muylem

Por Micaela van Muylem / Viernes 24 de marzo de 2023
Micaela Van Muylem y Dominique De Groen.

Dos poemas sobre el mercado feroz de indumentaria y el consumismo que nos atraviesa: «un gusano semitransparente/ transcontinental/ con una planta de algodón en una punta/ y un comprador en la otra». Recibimos de nuevo a Micaela Van Muylem, quien traduce ahora estos dos poemas de la belga Dominique De Groen (1991). 


Supply Chain Management


Todas las mañanas

me despierto, enterrada viva

bajo $$$, fast fashion & polvo fluorescente


en un subsuelo resplandeciente:

una economía informal

una economía de las sombras

la tierra de los scavengers.


el supply chain manager sabe 

que la supply chain es una máquina 

que se alimenta con una masa gris

a la que se le agrega trabajo

para obtener divisas grises.


El supply chain manager sabe 

de la imposibilidad de pronunciar «planta de algodón» 

sin agregar un «comprador»

y tampoco sin $$$.


El supply chain manager sabe 

que en una cadena de suministros eficiente 

el inicio comprende en sí el final 


que la supply chain

a los ojos de un ser de 4 dimensiones 

es un gusano semitransparente 

transcontinental 

con una planta de algodón en una punta 

y un comprador en la otra 


que los tentáculos del gusano se abren paso, pegajosos —


           desde la torsión «S»

           con que se hilan

           los filamentos de algodón

           (varía el ángulo según la fuerza ejercida)

 

           desde el baño de hidróxido de sodio

           para que las fibras sean más elásticas

           más lisas

           más tersas

           más fáciles de penetrar con colorantes

 

           desde los granos de arena dragados

           sin permisos de las aguas del Dhaleshwari:


           el sandblasting ideal 

           para un denim suave & desgastado

 

           las nubecitas blancas de sílice

           en el Upazila de Savar


           desde la maleza en el pavimento de Barisal

           que vomita los operarios de las fábricas textiles en Daca


           desde la capa de sudor viscoso  

           en los dedos 

           con que clasifico lencería

           probada y devuelta

 

           hasta mi zona más íntima


                      siguiendo el pliego 

                      desde la check out line

                      al flow de la tarjeta 

 

    — uno de los filamentos acaba junto a mi piel más íntima.

siento la mirada del supply chain manager bajo mis trapitos. 

los billetes del supply chain manager en mi bombacha.


Shop girl: una vez que la supply chain inunda el piso del local 

y se retrae un instante

me abalanzo sobre el flujo de lencería bajo la luz de neón 


del lecho del río extraigo las prendas caídas del fast fashion.


Shop girl: el piso del local me arrojó fuera de mí 

Y quedo desnuda 

bajo la luz blanca 

en medio de una cosa 

heterogénea e invisible 

pero sólida. 



IV


Soñé con ভূত


Ether Tex Ltd.

New Wave Styles Ltd.

Phantom Apparels Ltd.


miles de delgados pisos de hormigón 

sobre una ciudad sin aire.


Tomé el ascensor para bajar

y caí

atravesé capas de cemento

atravesé el barro bajo la ciudad

atravesé la corteza terrestre

hasta llegar al núcleo


hasta que desperté de golpe 

aún inasible

bajo una película de sudor frío.


Regresar de nuevo a la planta de la tienda

que tampoco tiene centro

igual que la ciudad en expansión, de ভূত.


El camino que recorre ভূত 


no es el camino de las prendas 

que nos llegan por tierra

no es el camino del pigmento en polvo 

que se adhiere a la superficie de las fibras.


ভূত viaja hacia mí a través del centro de la tierra

como la tintura líquida que penetra las fibras hasta el núcleo más profundo.


Las fibras son incoloras

inasibles

inambiguas

imunes a $$$

y $$$.


Until they’re not.

 ______________________________________________________________________

Supply Chain Management


Iedere ochtend

wakker worden, levend begraven

onder $$$, fast fash & fluorescentiepoeder


in een helverlichte kelder:

een informele economie

een schaduweconomie

een territorium van scavengers.


De supply chain manager weet

dat de supply chain een machine is

die gevuld wordt met een grijze massa

waaraan arbeid wordt toegevoegd

en waar grijze valuta uitkomen.


De supply chain manager weet

dat je katoenplant

niet kan spellen zonder klant

en ook niet zonder $$$.


De supply chain manager weet

dat in een efficiënte bevoorradingsketen

het begin het einde in zich draagt


dat de supply chain

vanuit de ogen van een 4-dimensionaal wezen

een semitransparante

transcontinentale worm is

met een katoenplant aan het ene eind

en een klant aan het andere


dat de tentakels van de worm zich een weg slijmen –


            van de S-twist

            waarmee katoenfilamenten

            in elkaar worden gedraaid

            de hoek afhankelijk van de uitgeoefende kracht

 

            van het natriumhydroxidebad

            dat de katoenvezels elastischer maakt

            gladder

            strakker

            geschikter voor penetratie door kleurstoffen

 

            van de zandkorrels zonder vergunning

            opgediept uit de Dhaleshwari


           de optimale blast power

            voor zacht & distressed denim

 

           de witte wolkjes silica

           in Savar Upazila

 

           van het onkruid in de voegen van Barisal

           dat arbeiders uitkotst in Dhaka’s Cut Make Trim

 

            van de laag plakkerig zweet

            op mijn vingers

            waarmee ik lingerie sorteer

            die gepast werd en afgekeurd

 

 naar mijn intieme zone


                      volg de vouwlijnen

                      van de check out line

                      naar de credit card flow


    – een filament loopt ten einde tegen mijn intiemste huid.


Ik voel de blik van de supply chain manager onder mijn lapjes textiel.

De flappen van de supply chain manager in mijn slipje.


Shop girl: wanneer de supply chain de winkelvloer overspoeld heeft

en zich tijdelijk weer terugtrekt

jaag ik in de neonverlichte slipstream


trek gevallen stukken fast fashion uit het rivierslijk.


Shop girl: de winkelvloer sleurde me uit mezelf

en ik sta naakt

onder het witte licht

middenin een object

heterogeen en onzichtbaar

maar solide.



IV


Ik droomde over ভূত


Ether Tex Ltd.

New Wave Styles Ltd.

Phantom Apparels Ltd.


duizenden dunne betonnen verdiepen

boven de ademloze stad.


Ik nam de lift naar beneden

en viel

door lagen beton

door het moeras onder de stad

door de aardkorst

naar de kern


tot ik wakkerschoot

nog steeds onaanraakbaar

onder een film van koud zweet.


Opnieuw naar de winkelvloer trekken

die ook geen centrum heeft

net als ভূত’s uitdijende stad.


De weg die ভূত aflegt


is niet de weg van de kledij

die tot ons komt over het land

niet de weg van het pigmentpoeder

dat zich hecht aan de oppervlakte van vezels.


ভূত reist naar me toe via het centrum van de aarde

als vloeibare verf, de vezels penetrerend tot in hun diepste kern.


Vezels zijn kleurloos

onaanraakbaar

onambigu

immuun voor $$$

en $$$.


Until they’re not.


                                 

 ______________________________________________________________________

SOBRE LA AUTORA

Dominique De Groen (Bélgica, 1991) es poeta, novelista y artista visual. Estudió literatura inglesa y latín en Glasgow y artes mediales en Gante, ciudad en que reside actualmente. Escribió Shop Girl (2017), su primer libro de poesía, después de su experiencia de trabajar una temporada como vendedora en la cadena de «fast fashion» Primark. Los poemas recorren toda la cadena de producción –desde las fábricas de Bangladesh hasta las tiendas de venta en Europa–, y echan luz sobre los perversos procesos de producción y consumo de ropa económica, descartable, en la que quienes trabajan no son más que fantasmas invisibles sometidos al mandato del dinero en el imperio del capitalismo tardío. Su voz es una de las más originales de Flandes del momento y logra articular las problemáticas ecológicas, de explotación laboral y de la subjetividad femenina inmersa en el mundo globalizado.


SOBRE LA TRADUCCIÓN

Varios fueron los desafíos a la hora de traducir Shop Girl. Desafíos que son también aquello que hace tan atractivo el texto y el pasaje de una lengua a otra. Uno de ellos fue el vocabulario técnico, específico, de diferentes áreas de la industria de la moda: torsión «s» y «z» del hilado y el «sand blasting», la jerga de la cadena de producción y ventas... ¿Qué significan esos términos?, ¿cuál es el equivalente más frecuente en el castellano de nuestas tierras?, ¿cómo escribir (o traducir) un poema que incluye terminología tan técnica sin que deje de ser un poema? Por otro lado, el neerlandés, sobre todo el de Flandes, incorpora con mucha más facilidad y velocidad que el castellano palabras extranjeras y, sobre todo el inglés, ha impregnado el discurso del comercio y de la industria. 

En la traducción de los poemas he optado por mantener la mayoría de las palabras y grafías extranjeras, para dar cuenta de la globalización que se cuela entre los «huecos» de los textiles y del texto. Los versos están invadidos, asimismo, por símbolos propias del mundo de la moda y del comercio (el signo dólares: $$$, copyright ©, el et, también conocido como «y comercial»: &, abreviaturas como «Ltd.», etc.) que, incluso antes de comenzar con la lectura de los versos, nos sitúan —el texto devenido imagen— en un universo globalizado y capitalista. 

Pero hay más elementos extraños y extranjeros: nombres de territorios lejanos, como las ciudades asiáticas en que se encuentran las factorías (ilegales) de moda, palabras en bengalí que emergen, en una grafía exótica, como un fantasma que materializa la figura anónima de la trabajadora que hila, teje, y atraviesa así el tejido, el tiempo y el espacio, recorre el mundo y llega a la vendedora que, bajo las luces de neón ve la sombra de ভূত (que se lee como un nombre propio en el poema, pero que también significa fantasma, en bengalí):

ভূত es la traducción de un cuerpo a través de la supply chain

un delgado tejido

lleno de huecos entre los datos.

En el texto en neerlandés aparece en un momento una raya (que cumple una función diferente de la raya en castellano, suele señalar una pausa, una cesura más extensa que una coma, más breve que un punto). De Groen hace uso de esa raya para «cortar» el texto, para desgarrarlo como hace luego con los textiles. Para conservar ese hilo interrumpido del poema, entre la supply chain «desde la torsión S», la arena dragada ilegalmente del río, los químicos y el trabajo esclavo, hasta el filamento que toca la piel más íntima del yo en el poema, opté en la traducción por un juego algo agramatical en castellano, y dejé la raya larga en una posición extraña, incorrecta, para acompañar así el desgarro del texto-tejido y evitar así la lectura de esa sección como inciso cerrado, acabado.

Como podemos observar, estamos ante un extrañamiento del lenguaje poético atravesado por el flujo del discurso de la moda que expone la experiencia de una mujer joven del centro de Europa, no del todo ajena, pese a las diferencias, a la realidad de nuestras latitudes australes, y mezcla elementos diversos (pienso cómo se cuelan además las variedades vernáculas en el texto, traducido en un territorio y publicado en otro(s), tensionado aún más este universo textual. 

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