drama en quechua
[Traducĕre #5] «Ollantay» por Gabriel Torem
Por Escaramuza / Lunes 25 de julio de 2022
Portada de «Ollantay». Editorial Trilobites, 2020.
Retraducir Ollantay implica «invertir las jerarquías lingüísticas, sometiendo al español a las configuraciones mentales de la lengua quechua», opina el traductor Gabriel Torem. Ollantay es un drama quechua de origen incierto y autoría controversial. Esta nueva traducción al español, especial para Intervalo, reivindica el pasaje entre lenguas por «el mero placer lúdico de armar un tapiz idéntico cambiando los hilos y las agujas».
En la plaza del Cusco, por el Templo del Sol. La escena se desarrolla dentro del vestíbulo del templo.
Primer diálogo: Ollantay, Piki Chaki.
Ollantay
Piki Chaki, ¿acaso vas
a casa de Kusy Qoyllur?
Piki Chaki
No sea que Inti permita
que me pose en esa finca
¿No te deja el alma ahíta
saber que es hija del Inca?
Ollantay
Como sea; voy a amar
a mi paloma mimada;
que el corazón se me evada,
mi amor no puede cejar.
Piki Chaki
Será el supay que te incita,
o estás por enloquecer:
hay mujeres por doquier,
es tu ego el que se excita.
Llegará el día en que note
el Inca tu baldoneada:
te ha de cortar el cogote
te volverá carne asada.
Ollantay
¡Hombre, ya no me detengas,
que aquí mismo te acogoto;
no empieces con tus arengas,
o has de quedar todo roto.
Piki Chaki
Tráela a rastras, a porfía
como a una perra muerta
quizá así no oiré tu escarnio:
«Tráela, Piki, ve a su puerta»
diciéndome año tras año,
cada noche, cada día.
Ollantay
Piki Chaki, ya te digo,
igual que la muerte siega
la altipampa, quién lo niega,
así sea mi enemigo;
también me levantaré
y me le enfrentaré
acabando con mi vida
y haré con Qoyllur mi huida.
Piki Chaki
El diablo vendrá feo.
Ollantay
A él también lo pisoteo.
Piki Chaki
No ha asomado la nariz,
por eso es tu parloteo.
Ollantay
Dímelo, Piki, adelante,
dímelo todo, sé abierto:
Tú viste a Qoyllur ¿no es cierto
que era una flor deslumbrante?
Piki Chaki
Por tu Qoyllur desvarías.
A ella no hube de ver.
O era ella, o quién sería,
ayer al amanecer.
Dando pasos, en la puna,
vino en aquel lugar.
Veíase como solar,
y se acercaba a la luna.
Ollantay
¡Ella es! ¡La conociste!
¡tan alegre! ¡qué candor!
Ahorita no andarás triste
haciéndome este favor.
Piki Chaki
No, señor, que yo no iría
a ese espacio palaciego.
Si voy cargado, ese día,
distingo menos que un ciego.
Ollantay
«La distinguí» me dijiste.
Piki Chaki
Solo es un decir, te digo.
De noche alumbra la Estrella
solo de noche se ve ella.
Ollantay
¡Sal de mi vista, hechicero!
esa Qoyllur que yo quiero
se acerca al sol y parece
que brilla más, resplandece.
Piki Chaki
Está por aparecer
un anciano, o una vieja;
pues más parece mujer.
Quizás que lleve tu queja
puedas pedirle. Que a mí
pobre «porteador» me llaman,
los que hablan por ahí.
Versión en quechua
Ollantay
Piki Chaki, ¿rikunkichu
Kusi Qoyllurta wasinpi?
Piki Chaki
¡Ama Inti munachunchu
chayman churakunaytaqa!
¿Manachu qanqa manchanki
Inkaq ususnin kasqantaqa?
Ollantay
Chaypas kachun; munasaqmi
chay lulukusqay urpita;
Ñan kay sunqoy paypaq ch’ita,
payllallatan munaskani.
Piki Chaki
Supaycha yaykurqasunki,
icha qanqa musphankipas;
hinantinpin warma sipas;
anchatan rukupakunki.
Ima p'unchawcha yachanqa
Inka yuyaykusqaykita,
qhoruchinqan umaykita,
¡qantaq kanki aycha kanka!
Ollantay
Ama, runa, hark’awaychu,
kaypitaq sipirqoykiman;
ama rimapayawaychu,
¡makiypitaq llik’iykiman!
Piki Chaki
¡Puriyari, aysarqamuy
allqo wañusqa hinata!
¡Ichaqa ama nuqata
«Puriy, Piki, maskarqamuy»
niwankichu sapa wata,
sapa p'unchaw, sapa tuta!
Ollantay
Ñan niykiña, Piki Chaki,
kikin wañuy ichhunantin,
hinantin urqo, hinantin,
sayarinman awqa waki,
¡chaypachapas sayaymanmi
paykunawan churakuspa!
Nuqami kawsay wañuspa
Qoyllurniypi misk’askani.
Piki Chaki
Supay lloqsimunman chayri.
Ollantay
¡Paytapas nuqa t'ustuymanmi!
Piki Chaki
¡Mana sinqanta rikuspan,
kunan, k’ana, rimaskanki!
Ollantay
Chaypas, Piki, willaway,
ama imata pakaspayki:
¿Manachu Qoyllur rikusqayki
llapaq t'ikan? ¡Nillaway!
Piki Chaki
¡Qoyllurllawan musphaskanki!
¡Manan nuqa rikunichu!
Paycha karqan, icha pichu,
qayna p'unchaw, rankhi-rankhi,
purun thaskikuna ukhupi
lloqsimurqan; chay suyupi
Intimanmi rikch’akurqan
killamantaq sispaykurqan.
Ollantay
¡Paypunin! Chayqa reqsinki.
¡Ima sumaq, ima kusi!
Kunanllanmi puririnki
kunayniywan kusi-kusi.
Piki Chaki
Manan nuqaqa riymanchu
p'unchawqa hatun-wasinta;
chaypiñataq q'epintinta
manan pita reqsiymanchu.
Ollantay
«Reqsiniñan» ninkitaqmi.
Piki Chaki
Chaytaqa niyllami nini:
tutallan Qoyllurqa k’anchan,
tutallataqmi reqsini.
Ollantay
¡Lloqsiway kaymanta, layqa!
¡Chay Qoyllur munakusqayqa
Inteq qayllanpin aswanta
k’anchan, chhipchin sapanmanta!
Piki Chaki
Chayqa kunan lloqsimuskan
huk machu, icha payachu;
warmimanmi rikch’akuskan.
Icha kunayniyki apaqchu;
paywan kunay. Nuqataqa
«kachapuri» niwanmanmi
pimaypas, huk wakchataqa.
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SOBRE EL TEXTO TRADUCIDO
Siendo un drama de origen presumiblemente anónimo, solo contamos con ciertas transcripciones de Ollantay que varían mucho filológicamente (según se transcriba, el sentido varía bastante). José María Farfán Ayerbe (1952) publicó una versión quechua con su traducción. Yo traduje desde su versión quechua; la traducción la hice basándome en ella, porque su versión castellana es una traducción más bien literal, sin rima y prácticamente sin métrica.
(Re)Traducir Ollantay es una empresa subversiva en múltiples sentidos: es afirmar el valor de clásico para un texto proveniente de una cultura y lengua (el quechua) cuyas historia y presente literarios suelen ser obliterados; es invertir las jerarquías lingüísticas, sometiendo al español a las configuraciones mentales de la lengua quechua. Retraducir Ollantay desde el Río de la Plata es también un descentramiento con respecto al Cusco imperial, en el cual los idearios y las mitologías incaicas son, es cierto, parte de la construcción identitaria nacional y regional. En este Cono Sur, donde las culturas andinas están tan internalizadas y tan negadas, es también un gesto de hospitalidad lingüística abrir nuestra lengua a los textos quechuas.
SOBRE LA TRADUCCIÓN
Intereses filológicos aparte, carece de sentido preguntarse por el verdadero original de un texto que, más allá de ciertas transcripciones canónicas, ha sido transmitido mucho más a través de la vía oral. Probablemente, la versión de Farfán Ayerbe, tan pulcra en su métrica y sintaxis, y con una selección léxica tan sofisticada a los fines de acompañar las formalidades poéticas, se aleje de las derivas más propias de los recitados orales. Sin embargo, puesto que mi traducción tiene más pretensiones literarias que etnolingüísticas, es esta la versión elegida, la que «llama» a su traducción. En mi versión, busco, como en un rompecabezas, las palabras que permitan mantener el esquema métrico y la rima, volviendo continuamente sobre el sentido, no por un llamado ético a la «fidelidad», sino por el mero placer lúdico de armar un tapiz idéntico cambiando los hilos y las agujas.
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