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Narrativa uruguaya

Leé un avance de «La vida enferma», de Leonardo de León

Por Leonardo de León / Jueves 23 de noviembre de 2023
Portada de «La vida enferma» (HUM, 2023) y Leonardo de León, foto: Javier Noceti.

Compartimos las primeras páginas de La vida enferma (HUM, 2023), la última novela del minuano Leonardo de León. Con un estilo único, y alimentado de todos los estilos, esta novela presenta un escenario desolador en el que la escritura se torna una salvación posible. Sigan los pasos del Autor, escritor olvidado, sufriente y enfermo de literatura, quien se vuelve objeto de la obsesión del Aprendiz.

Tengo una población de fantasmas en la cabeza:

muertos que pelean contra el olvido. 

Rafael Chirbes


No hay nada más bello y perturbador que una idea fija.

Ricardo Piglia



¿Por qué anoto todas estas minucias?

Mircea Eliade



Metan a toda la ciudad al manicomio.

Roberto Bolaño



Los hombres sanos no tienen novelas.

Juan José Sebreli




El hombre es esencialmente enfermo, el hecho 

de que esté enfermo es lo que hace de él un hombre.

Thomas Mann


Agita las ramas, derriba las casas, propaga el fuego; 

impulsa los barcos y crea las olas que los hunden. […] 

Sus aullidos infunden pavor.

Eliot Weinberger



Hay una soledad sin la cual el libro no podría ser escrito, y para leerlo

 haría falta otra soledad equivalente.

Georg Christoph Lichtenberg



Para el novelista, la enfermedad no es algo abstracto;

la enfermedad tiene cara, tiene nombres y apellidos.

Eloy Tizón





Al Autor no le queda nada excepto la literatura.

Al Aprendiz nada le queda excepto el Autor.

El fiscal que acusó a Madame Bovary de indecoroso fue el mismo que condenó a Charles Baudelaire y al editor de Las flores del mal.

Cuando José Saramago terminaba de redactar una novela, su esposa tenía la costumbre de enviar a un amigo de la familia la última palabra del libro para que él escribiera un poema que incluyera esa palabra.

Poema, Azul, Alma, Numen. Los hermanos de Idea Vilariño.

Después de publicar La urna, Enrique Banchs guardó silencio.

El Autor ha escrito un único libro en toda su vida: La vida intrusa.

¿Una novela que ya nadie recuerda?

O que casi nadie recuerda. Al Aprendiz le cambió la vida.

Luego de la muerte de su padre en el campo de batalla, Albert Camus recibió un telegrama y una caja que, aparte de algunos artículos personales, contenía el trozo de metal que lo había matado.

Una esquirla de granada perforó la sien izquierda del joven Apollinaire.

Cuando Thomas Mann quiso obtener la nacionalidad norteamericana, tuvo que someterse a un interrogatorio de una hora, aunque lo acostumbrado era no pasarse de los diez minutos. La mujer a cargo de la entrevista no deseaba trabar el trámite, solo quería presumir de haber estado una hora con Thomas Mann.

El Autor ha sido olvidado como autor.

Toma pastillas para olvidar.

El hermano menor de Elias Canetti fue un pionero en la experimentación de terapias combinadas contra la tuberculosis.

Murió en 1971, tuberculoso.

Pizarnik se suicidó ingiriendo cincuenta pastillas de Seconal sódico.

Incluso en un primer borrador, el Autor viviendo solo y en la casa de siempre.

Se aplica sin esfuerzo a una existencia sonámbula.

¿Su estricta rutina alterada de algún modo por la llegada del Aprendiz?

Luego de una tortuosa relación de celos, August Strindberg tomó distancia de su esposa. Volvió a sus brazos solamente para acabar el libro que estaba escribiendo contra ella.

Solo. Muy lejos del Autor que fue alguna vez.

Fogwill tenía tan solo nueve años cuando su tía le regaló un revólver. Y no era de juguete.

Lena murió a las 7:05 de esta tarde, le dijo Conrad a su esposa. Hablaba de uno de los personajes de su novela Victoria.

Lo ha perdido todo excepto la literatura.

Abandonó su vida por el Autor.

Ya viudo, Poe propuso matrimonio a una mujer apellidada Whitman.

Se dice que Leopardi se bañaba poco para no ver su cuerpo desnudo y maltrecho.

Schiller fue bautizado en Marbach por un pastor de apellido Hegel.

Si ya no se siente autor de nada, ¿por qué insistir en llamarlo de ese modo?

De hecho, en el caprichoso universo de la novela, un presente indefinido donde ya nadie escribe ni publica.

Escritores muertos o en silencio, a la espera.

Se cruzaba con ella por la calle y no era ella.

El mundo es mi representación.

William Carlos Williams vivió casi toda su vida a menos de medio kilómetro del lugar donde nació.

Nebrija.

Cada día, fuera invierno o verano, el padre de Italo Calvino se levantaba de la cama exactamente a las cinco de la mañana.

Antonio Machado deliraba en su lecho de muerte y repetía: Adiós, madre, adiós, madre. Su madre se encontraba en la misma habitación. En coma.

Ya no escribe.

Solo lee. Lee solo.

Ante el avance de su ceguera, y con miedo a morir o quedar impedido, Joyce planeó confiar a otro el remate de su Finnegans wake. Optó por James Stephens, un poeta dublinés como él, nacido a la misma hora del mismo día, quien compartía su propio nombre y tenía como apellido el nombre de su personaje, el joven Stephen Dedalus.

Sin embargo, nadie sabe que el Joven/Aprendiz planea escribir una novela.

¿A semejanza de aquella que el Autor escribió en su juventud?

Solo se conservan dos fémures, seis vértebras, un húmero y una clavícula de Quevedo.

16 de junio de 1904. Desde las 8:00 a. m. hasta las 2:45 del siguiente día.

E. M. Forster tenía diez años cuando tomó la decisión de convertirse en novelista.

No conforme con el criterio de la fábrica, Alberto Girri solía sustituir los botones de plástico de sus camisas por botones de nácar.

El Autor perdió a su hija y a su mejor amigo. Luego todo lo demás.

Verba volant, scripta manent.

Kafka bebía leche no pasteurizada.

La madre de Luis Goytisolo murió alcanzada por la onda expansiva de una bomba que a su vez causó la explosión de un camión cargado de dinamita.

Erasmo de Rotterdam fue el hijo bastardo de un sacerdote.

Nadie escribe, pocos leen.

¿Quiénes? Ellos dos.

En mi casa tengo esto y mucho más. Le dijo Knut Hamsun al rey Gustavo al recibir de sus manos el Premio Nobel.

Freud nació un martes y murió un sábado. Anna Freud nació un martes y murió un sábado.

¿Por qué ya no escribe, señor Rulfo? Porque no me da la gana.

Es muy probable que el poeta Voloshin fuera masón.

Una de las hijas de Emilia Pardo Bazán se casó con alguien de apellido Cavalcanti.

Solo lee. Lee solo.

El niño Máximo Gorki apuñaló a su padrastro con un cuchillo de puño de marfil e incrustaciones de plata, el único artículo en toda la casa que conservaban de su abuelo materno y que usaban para cortar el pan.

¿Permanece el Autor en la misma casa donde fue criado y, llegada la hora, aprendió a leer?

¿Allí, donde escribió su primera y única novela, hace ya tanto tiempo que no lo recuerda?

Pues la espada gasta su vaina y el alma 

desgasta el pecho.

Cada mañana, los padres de Hermann Hesse leían dos capítulos completos del Antiguo Testamento.

La madre de Agrippa d’Aubigné murió en el parto.

Al recibir la noticia de la muerte de su madre, Max Aub se encerró en su casa sin querer ver a nadie y prohibió a su mujer y a sus hijas que hablaran sobre el tema.

Mary Lamb y su hermano Charles enloquecieron casi al mismo tiempo.

El padre de Agatha Christie no trabajó en toda su vida.

¡Ese holgazán!

¿La mujer del Autor muriendo al dar a luz a su única hija? Muy melodramático.

Milton leía todas las mañanas, a eso de las cuatro o cinco de la madrugada, la Biblia en hebreo.

La madre de Jeanette Winterson guardaba su revólver en el cajón de los trapos y las balas en una lata de pulidor.


Un escritor fracasado que ha buscado el renombre y el éxito acudiendo al escándalo. Y lo ha logrado.

Dijo Mircea Eliade sobre Henry Miller.

La primera mujer que Susan Sontag amó se llamaba Harriet.

Así como la primera esposa suicida de Percy Shelley.

A los cinco, Mary McCarthy importunó a su madre para que contratara a una niñera de nombre Harriet, muy hermosa a ojos de la niña. La contrataron, pero Harriet nunca apareció.

¿Desaparecida?

Poco antes de morir, y ya lejos de la literatura, Arthur Rimbaud se paseaba con quince mil francos dentro del cinturón. El equivalente a ocho kilos.

¿Buscar nombres?

¿Qué tan necesario para la historia dar de lleno con una forma, una cara, una complexión específica?

¿Color de pelo, piel, ojos?

Lord Dunsany era tan alto que, cuando combatió en Transvaal contra los alemanes, tenía que agacharse para que su cabeza no asomara por la boca de la trinchera.

La ventana de Strindberg, en París, daba al jardín de un convento.

Edgar Morin nació muerto, en un parto de nalgas, estrangulado por el cordón umbilical. Tardaron una media hora en reanimarlo.

Tolstói tuvo trece hijos.

Dunsany medía un metro noventa y tres. Cortázar medía un metro noventa y tres.

La hija esquizofrénica de Mark Twain.

¿Pascal murió de pancreatitis?

Eden Phillpotts confesó estar muy arrepentido de haber escrito ciento cuarenta y nueve libros.

¿Vestimenta?

Según el testimonio de Max Brod, Kafka usaba trajes habitualmente azules.

Toni Morrison tenía dos hijos.

Según el testimonio de Carpentier, León Paul Fargue siempre vestía de azul marino. También era noctámbulo y posiblemente insomne.

Cuando Rubén Darío se presentó ante el rey de España para asumir como ministro de Nicaragua en Madrid, usaba un traje prestado.

¿Primera aparición del Autor mirando por la ventana, la cara recortada entre las cortinas?

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