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Campo de acción / Campo de memoria

Plantando memoria

Por Ejercicios de memoria / Jueves 20 de mayo de 2021

¿Cómo decir PRESENTE si no podemos marchar? El colectivo Ejercicios de memoria nos invita a volvernos semilla y sembrar campos de memoria, desde la reserva de flora y fauna nativa Quyquyho, en Lavalleja. Círculos de siembra y actos de amor para que la memoria arraigue hasta ser flor.


El deber de la memoria es el deber de los descendientes y tiene dos aspectos: el recuerdo y la vigilancia.

Marc Augé


Sembrar la memoria para que no crezca el olvido.

Edgardo Vigo

 

Ejercicios de memoria somos un colectivo conformado por artistas, gestorxs culturales, artivistas y personas vinculadas al universo de las prácticas culturales contemporáneas, involucradas y sensibilizadas por el devenir del estado actual de la cultura, la situación social y los derechos humanos. Si bien veníamos trabajando de forma asociativa y colaborativa desde hace algunos años, el colectivo como tal surge de manera espontánea y organizada a pocos días de ser declarada la emergencia sanitaria, y ante la inminente suspensión de la Marcha del Silencio organizada por Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos del Uruguay, cada 20 de mayo desde 1996, fecha que conmemora los asesinatos de Zelmar Michelini, Gutiérrez Ruiz, William Whitelaw y Rosario Barredo en Buenos Aires en 1976. 

 

En esos días el uso de tapabocas aún no se había impuesto como medida obligatoria, pero la metáfora emergió de manera inmediata, impedidxs de marchar y proclamar ¡PRESENTE!, como cada año. El tapabocas se convirtió en símbolo de resistencia y «silencio expresado a viva voz». A través de las redes sociales nos convocamos a enviar una foto usando un tapabocas intervenido con la palabra PRESENTE y en dos semanas recibimos 492 imágenes. En la víspera del 20 de mayo, al pie del Memorial a los Detenidos Desaparecidos de América Latina, ubicado en Rivera y Jackson, se desarrolló una acción colectiva: se proyectaron imágenes de archivo de las 25 marchas anteriores, se realizó una performance dejando escrito al pie del memorial el nombre de cada unx de lxs 196 desaparecidxs y se estamparon en vivo y entregaron más de 300 tapabocas intervenidos con la palabra PRESENTE. Las personas que se acercaron fueron fotografiadas, generando así, junto a las recibidas los días previos, un diapomontaje con cientos de fotos, que circuló en redes sociales y se conserva en la página de Facebook de Ejercicios de memoria.

 

Esta acción, fundante y movilizadora, determinó el futuro inmediato del colectivo, pues nos terminó de dar la evidencia de algo que veníamos intuyendo: el silencio que se expresa cada 20 de mayo desde hace 26 años no es un silencioso silencioso, no tiene que ver con la ausencia de palabra, sino que esta cargado de voces que interpelan, exigen y, sobre todo, necesitan que los pactos de impunidad —y este sí, silencio cargado de muerte— dejen de ser «relevantes», porque existen unos instrumentos del Estado dispuestos a hacer justicia y reparar la tragedia y el horror vividos por la sociedad toda.

 

Entendemos que la memoria se activa y se protege, que la memoria vinculada al pasado reciente aún necesita ser recuperada, pensada y compartida en instancias comunitarias y sobre todo que NO es un tema de las víctimas sino que nos pertenece, involucra y tiene consecuencias en la realidad de todxs.

 

En este breve pero intenso año, realizamos tres nuevas instancias-ejercicios vivenciales en los que nos congregamos a pensar y repasar en colectivo: ¿Qué recuerdos tenemos del 27 de junio de 1973? Iniciamos un mapeo de sitios de resistencia durante la dictadura, ejercicio en dos actos que a día de hoy continúa abierto. En este contexto y con la motivación de sembrar memoria surge Campo de acción / Campo de memoria, intervención socio-cultural emplazada en la reserva de flora y fauna nativa Quyquyho, ubicada en Lavalleja.

 

Plantando Memoria

 

Un árbol por cada desaparecido; un campo de memoria, un campo de acciones en torno a la memoria, para que no muera el recuerdo y crezca la indiferencia, porque todxs somos familiares; se nos ha arrebatado la paz. Nuestra historia tiene sangre y dolor, heridas abiertas y preguntas sin respuesta.

 

Un campo, una acción para sembrar esperanza, que crezcan los árboles fuertes y firmes, que den frutos y sus frutos lleguen a manos y corazones abiertos a recibirlos. Mientras crecen los árboles crece la esperanza, la solidaridad y la confianza.[1]

 

El proyecto surge a partir de una iniciativa de los organismos de derechos humanos de Argentina, en la que animaban a la ciudadanía a plantar un árbol en memoria de lxs 30.000 desaparecidxs, el 24 de marzo, aniversario del golpe de estado de 1976 en Argentina y Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.

 

Foto: Paola Ferreira


Así como el terror, el exterminio y las consecuentes políticas de explotación, expoliación y subyugación son un denominador común en la región y en la historia de nuestros pueblos; creemos profundamente que para salir de la lógica que el odio y la muerte imponen es absolutamente necesario generar redes transnacionales que abonen un camino colaborativo que resguarde y revalorice el interés y el bien común de nuestras sociedades. Es por ello que nos sumamos a la iniciativa de lxs compañerxs de Argentina, plantamos un árbol recordando a los 30.000 y nos pusimos a pensar estrategias para replicar de este lado del río.

 

Durante los meses de abril y mayo se trabajó en la primera etapa: plantar el proyecto. Fue así que convocamos a artistas de varios ámbitos: performance, artes visuales, gráfica, paisajismo, video, etc,. para realizar acciones e intervenciones en Reserva Quyquyho con la idea de generar, a mediano plazo, un Parque Cultural y de la Memoria pensado como un espacio vivo de recuperación y revalorización de la historia, la cultura y sus vínculos con el hábitat, el territorio y el ecosistema.

 

El domingo 16 de mayo nos congregamos junto a Familiares de Detenidos Desaparecidos de Lavalleja, vecinxs, amigxs y diversxs agentes de la sociedad civil para plantar nueve árboles en memoria de lxs nueve desaparecidxs del departamento de Lavalleja. Nueve árboles, nueve historias, nueve vidas, nueve nombres y apellidos. Aquel domingo hicimos una pausa, nos detuvimos, paramos la historia y el tiempo para nombrarlos en voz alta, para saber más sobre cada uno de ellxs; ellxs, que tenían amistades, familia, una vida. Nombrarlxs para darles nombre, humanizarlxs, dejar de desaparecerlxs. Nombrarlxs para invocarlxs y, en ese acto, hacerlxs PRESENTE una vez más.

 

Si re-cordar tiene que ver con «volver a pasar por el corazón», el domingo hicimos justicia a la palabra, al tiempo transcurrido, que no es otra cosa más que vida vivida y preguntas qué aún faltan responder. El domingo, con todxs y entre todxs, hicimos justicia en un acto de amor.


Foto: Paola Ferreira
 

Recordarlxs para no olvidarlxs.

A todxs a cada unx de ellxs. Y así será, contando historias, tiempos compartidos, amores amados. Hasta contar un árbol por cada unx de ellxs, el enraizamiento y el crecimiento de este campo de memoria a través de actividades en las que confluyan prácticas e intervenciones artístico-culturales. Territorio, historia, naturaleza, cultura… y mucho amor…

 

El binomio acción-memoria define la filosofía de esta iniciativa colaborativa, la tensión latente entre ambos conceptos expresa el potencial del trabajo en la continuidad y el legado en el relevo generacional, en la sensibilización constante a través de nuevas estrategias y narrativas que se habilitan desde las prácticas artísticas y lenguajes contemporáneos. Tratar el tema memoria desde una perspectiva histórica y sensible es posible, aunando esfuerzos disciplinares para una memoria viva y activa.

 

Las acciones de hoy determinan las de mañana, el NUNCA MÁS se actualiza en la consciencia que despierta y se revela (¡y rebela!) ante la vigencia de impunidad e injusticia. El NUNCA MÁS depende de que nosotrxs lo asumamos como una postura existencial que se manifiesta en cada acto de avasallamiento de derechos.

 

Nunca más y Nosotros no sabíamos

Siendo mayo mes de memoria, dando continuidad y en diálogo con las acciones realizadas, el sábado 23 de mayo en TRIBU Espacio Cultural presentamos el proyecto Campo de acción / Campo de memoria, junto a una muestra de obra gráfica de León Ferrari, artista argentino, fallecido en 2013.

 

Nosotros no sabíamos es una recopilación de facsímiles de prensa argentina que durante 1976 lograron evadir la censura de la dictadura de Videla evidenciando las atrocidades del Plan Cóndor. Nunca más es un conjunto de 46 obras que expresan y denuncian el universo macabro de complicidades y aberraciones de las dictaduras en el Río de la Plata.

 

Ambas series fueron donadas por el artista en el año 2009 al proyecto El informe Orletti para la exposición homónima realizada en el Museo de la Memoria de Montevideo. El valor plástico y documental de estas obras se suma a la propuesta del colectivo Ejercicios de memoria y se enmarca en los proyectos colaborativos que desarrollan pozodeagua y TRIBU.



[1] Texto de Macarena Montáñez.

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