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Poesía norteamericana

¿Que habrá sido de todos esos beatniks?

Por Magdalena Portillo / Viernes 17 de noviembre de 2023
Portada de «Memorias de una beatnik» (Las afueras, 2022) y retrato de Diane di Prima.

Memorias de una beatnik permite la rara experiencia de acompañar a los poetas beatniks desde la óptica protagónica de una mujer: Diane di Prima. Editadas por Las afueras (2022), estas memorias dan cuenta de una vivencia radical de la poesía y de un momento histórico fermental. 

En Memorias de una beatnik, Diane Di Prima (Brooklyn, 1934 - San Francisco, 2020) vuelca su experiencia en una New York de los años cincuenta. Todo comienza cuando, siendo joven, abandonó la universidad para irse a vivir con una amiga. Luego vivirá en otros sitios. Compartirá apartamento con personas que entrarán y saldrán de la habitación no sin ingresar antes en el universo íntimo de esta autora.

En las páginas de Memorias de una beatnik, traducidas por  Luis Rubio Paredes, Diane di Prima va narrando aquellas experiencias que la llevaron a trazar tanto su camino personal como artístico. Hay un fuerte deseo de libertad en una mujer que va descubriendo a través de la sexualidad su propia existencia. En el libro hay varios encuentros sexuales que la escritora narra de manera detallada y franca.

Publicado por primera vez en el año 1969, este libro nació cuando New York ya no era su ciudad. Cuando di Prima había decidido mudarse junto con otras personas y sus hijos a una casa de más de catorce habitaciones en la ciudad de San Francisco. La mayoría de los que allí vivían no trabajaban. El dinero empezó a hacer falta y la poeta recordó el pedido de Maurice Girodias, un editor fránces que le había encargado un libro. Fue así que comenzó a escribir acerca de aquel tiempo ta fundamental en su camino como escritora.

En memorias de una beatnik hay un retrato de un New York bohemio y pobre. El jazz aparece como piedra fundamental durante toda la narración. La comunidad, los vínculos formados con determinadas personas fueron de suma importancia para di Prima. Mantenerse en grupo, moverse entre las amistades que se le presentaban en esas casas habitadas por las ratas y en las que el frío se colaba por cualquiera de las ventanas rotas. Vivía en casa de amigos. Cambiaba trabajo por un lugar para dormir. Una mujer joven haciéndose su propio lugar en una New York rodeada de personajes marginales. Realizando todo tipo de trabajos para poder pagar su alquiler, desde posar para pintores y fotográfos, hasta tener que hacerse pasar por la amante de un hombre. Una mujer que dormía en los parques. 

Una prosa marcada por la pobreza. Sobrevivir en el día a día sin pensar demasiado en el mañana, abrazando únicamente la amistad como refugio. Diane di Prima cuenta en una parte del libro que cuando todos dormían alguien debía quedarse despierto para controlar que el fuego de la chimenea no se apagara y que sus amigos siguieran durmiendo sin sentir el frío que entraba por los cristales rotos de las ventanas.

Por aquella época, no se hablaba de generación beatnik. Cuando di Prima escribe su primer libro de poemas, titulado This Kind of Bird Flies Backward (1958), sus amigos le dicen que será dificil encontrar a alguien que quiera publicarlos. Le dicen que nadie entenderá su jerga callejera.

Un día, cuando trabajaba como librera, entra un cliente y pregunta por un libro. Ese libro le llama la atención. Lo toma, se sienta en la entrada de la librería y comienza a leerlo. El libro era Gasolina y la dama vestal de Brattle, de Gregory Corso, quien sería luego uno de los referentes de la generación beatnik.

En cuanto a su descubrimiento de Aullido, de Allen Ginsberg, di Prima escribe:

El poema también me produjo cierta pesadumbre. Se suponía que, si había una persona como Allen, tenía que haber más aparte de mis colegas, otros que también escribían lo que oían, escribían como hablaban, que vivían ocultos y marginados, escondiéndose aquí y allá, y que ahora, de repente, estaban a punto de hablar en voz alta. Tenía la impresión de que Allen solo era, solo podía ser, la vanguardia de algo mucho más grande.

La generación beatnik comenzaba a latir entre esos jóvenes que escribían la realidad que los rodeaba de la manera más directa. Sin grandes artilugios. La búsqueda de una libertad que parecía imposible, Amigos que no volvía a ver. Algunos se regresaban a casa de sus padres en las afueras de New York. Otros siguieron sus caminos sin saberse qué pasó con ellos.

Memorias de una beatnik no es solamente la historia de una joven que escribe y conoce a otras personas con las que experimenta a tráves del sexo y las drogas. Son las memorias de una generación de jóvenes que se rebuscaban para sobrevivir. Sobre todo, son las memorias de una mujer joven abriéndose camino dentro de un movimiento literario llevado adelante principalmente por hombres.

Hubo mujeres en la generación beatnik. La voz de di Prima fue una de las más relevantes, pero no la única. ¿Quiénes eran esas mujeres? Eran muchas, que, al igual que Diane di Prima se hicieron un lugar con la fuerza de sus palabras. Esas mujeres estaban ahí. Algunas de ellas fueron Hilda Dolittle, Denise Levertov y Marge Piercy.

Estas son las memorias de una mujer que se atrevió a hablar de temas sobre los que muy pocos se atrevían a hablar por aquel entonces. De la importancia del placer, de los anticonceptivos para la mujer, del aborto. Escribió sobre el cuerpo del hombre desnudo, cuando en el arte y, sobre todo en la escritura, siempre ha sido el cuerpo de la mujer desnuda la imagen de la belleza y el placer. Diane di Prima fue en cierto modo pionera en esos temas pero también discípula de mujeres que escribieron lo que nadie en aquel entonces creía que se podía llegar a leer.

Vale destacar que Diane di Prima fue perseguida por el FBI debido a la publicación de uno de sus libros. Fue acosada y perseguida por la policía por el simple hecho de escribir con esa libertad que siempre tuvo al momento de expresar su obra. Fue editora, dramaturga, fotógrafa, profesora y ensayista. Su obra fue reconocida con varios premios, entre ellos el Lifetime Achievement, de la Asociación Nacional de Poetas. Se interesó por temas como el budismo y el esoterismo. Publicó más de cuarenta libros. Su obra es sinónimo de libertad y de lucha. De amor y supervivencia.

Di Prima, con 86 años, falleció la noche del 25 de octubre de 2020 en un hospital de San Francisco. Hace poco la editorial uruguaya Yaugurú publicó un libro titulado Poetas Beat, una antología que reúne a los poetas más relevantes de la generación beatnik traducidos por Esteban Moore y Patricia Organ RivadaviaEn este libro podemos encontrar algunos poemas de Diane di Prima, como por ejemplo:


Algunas mentiras sobre la loba

Que es eterna, que canta

que nació de una estrella, que junta cristales que se puede confundir con Isis

que ella es el fin

que sabe su nombre, que nada

en el cielo púrpura, que sus dedos son pálidos y fuertes que es negra, que es blanca

que uno siempre sabe quién es cuando aparece

que monta a horcajadas en murallas, que tamiza como piedras en el mar

que uno puede oír cuando se acerca, que sus pies enjoyados

 

dejan huellas de alguna medida en particular que hay alguna cosa de ella

que no pueda ser dicha

que se deleita en las lápidas, cae rodando por escaleras de mármol que es solo tierra, que no es tierra

que uno puede recordar la primera vez que la vio que siempre está con uno

que puede verse sin estar en gracia

que hay alguna cosa que pueda decirse de ella que no sea verdad


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