Sociabilidades
«Tímidos radicales»: hacia una política antisistema en un mundo extrovertido
Por anguirú-laboratorio disidente / Miércoles 29 de mayo de 2024
Fotograma del mediometraje «Shy Radicals», dirigido por Tom Dream y basado en el libro homónimo de Ashan (2020).
Este ensayo de Hamja Ashan es «una invitación a diseñar otros horizontes posibles en un mundo donde la norma asfixiante de la extroversión no permite visualizar otras realidades y formas de vivir». anguirú-laboratorio disidente reseña Tímidos radicales. La política antisistémica del militante introvertido y lo pone en diálogo con el pensamiento de Suely Rolnik.
Hamja Ashan es el autor de Tímidos radicales. La política antisistémica del militante introvertido (Caja Negra, 2023), traducido por Alejo Ponce de León. Ashan, nacido en Londres en 1981 y de origen musulmán, vive actualmente allí y se define como artista y curador, pero también es activista social por los derechos humanos de las minorías étnicas, culturales y personas con discapacidad. Tímidos radicales es su primera obra literaria traducida al castellano y además llevada al cine [1].
Esta edición forma parte de la Colección Efectos Colaterales de la editorial Caja Negra, un conjunto de libros que varían del ensayo ficcional, autoficción teórica, ejercicios alucinatorios de ficción especulativa, y que buscan proponer otros mundos posibles a partir de lo que definen como «las subculturas del mañana». Podríamos ubicar la obra de Ashan en el género de ensayo ficcional, porque utiliza diferentes recursos literarios que van desde el ensayo satírico y el manifiesto político a las entrevistas sobre un movimiento social utópico. La propuesta es una sociedad utópica donde gobiernan las personas tímidas, introvertidas y del espectro autista, surgida para combatir el supremacismo extrovertido de la cultura dominante.
Tímidos radicales es una invitación a diseñar otros horizontes posibles en un mundo donde la norma asfixiante de la extroversión no permite visualizar otras realidades y formas de vivir. Ashan resignifica el término radical como estridente en la lucha política cuando lo conjuga con el adjetivo tímido: ¿puede haber un radicalismo revolucionario tímido o no basado en la guerra belicista violenta?
En una lectura contrahegemónica de la sociedad, Ashan elabora una crítica a la sociedad y la cultura desde la visión de este grupo social. La cultura hegemónica es permanentemente caracterizada desde la visión de los introvertidos como hedonista. Así, os introvertidos nos dicen que: «Hay demasiada gente exitosa y llevaron el mundo a la ruina» (p. 43). Esta realidad hipervisual y sobreestimulada por luces estroboscópicas, de neón, publicidad de los medios masivos de comunicación, redes sociales y su positivismo tóxico, sobrevaloran el éxito individual y nos dictaminan cómo establecer vínculos sociales a través de una «amabilidad forzada» en el espacio laboral e inclusive el afectivo.
Lo tímido, en el mundo de esta ficción, forma parte de una «revolución silenciosa» que en diferentes generaciones está representada por los geeks, aquellos jóvenes apasionados por la informática, la cultura pop, los videojuegos, cómics, películas de culto; por los «los nerds introvertidos» y la soledad introspectiva marcada como rasgo antisocial. En este libro se mencionan varias de las patologizaciones que caracterizaron históricamente a la población tímida e introvertida, entre ellas el síndrome de Asperger, la ansiedad social, la soledad y la depresión. Todas estas características están definidas por el saber biomédico para encorsetar identidades y cuerpos que se alejan de la norma social extrovertida. Este fenómeno trae consecuencias de fuerte aislamiento social para las minorías tímidas y sus expresiones culturales juveniles como «cultura juvenil geek» o la «cultura juvenil gótica», entre otras.
Una república para las personas introvertidas
En este ensayo, Ashan propone construir una nueva política identitaria creando un nuevo Estado separado llamado Aspergistán y en el que los extrovertidos bienvenidos deben respetar las normas jurídico-políticas del Estado introvertido. La República de Aspergistán tiene su propio himno, el sonido de una caracola, y una bandera, una elipsis representada por tres puntos suspensivos «...». La elipsis es un recurso, refiere a una omisión en el discurso que se sobreentiende por el contexto enunciado. El emblema de esta nación nos devuelve a lxs sujetxs silenciadxs en la construcción de las naciones.
El ensayo se pregunta sobre la construcción de los antisociales en nuestras sociedades nacionales occidentales/occidentalizadas: ¿Cómo leemos la realidad de las personas introvertidas y del espectro autista? ¿Sus demandas en la sociedad son contempladas u omitidas en el universo político social en tanto voces relevantes frente a la norma de la personalidad extrovertida?
Como plantea un personaje del ensayo «Paciente Introvertida Anónima» acerca de los extrovertidos: «Estas personas interruptoras me persiguieron durante toda mi vida adulta: siempre en ventaja en el mundo laboral, viviendo y sosteniendo la suposición de que todos queremos que nos hablen con voz estruendosa. Esta gente confunde el volumen con la personalidad» (p. 145).
En el «Centro de Crisis para Introvertidos» se generan normas internas que intentan desafiar el control y vigilancia sobre estos sujetxs. Algunos pacientes reclaman suprimir la palabra nerd del vocabulario para definirlos porque les trae recuerdos dolorosos: «recuerdos de sentirse deprimidos, excluidos, apartados» (p. 146). Los asilos en esta República son espacios de construcción de reglas que desafían la norma desde estos sujetxs que han sido marcados como anormales, antisociales.
Las personas introvertidas allí se guían por la máxima de Lao Tse «cuanto más callado te vuelves, más eres capaz de oír». Las enseñanzas de estas personas pueden vincularse en Occidente con el planteo de la filósofa Suley Rolnik de recuperar los sentidos dormidos por la sobreexposición a la cual fuimos sometidxs en este capitalismo zombi colonial-racial-capacitista al cual nos hemos conducido, pero del que podemos despertar conscientemente [2]. Podemos leer ese capitalismo capacitista en el ensayo cuando el autor caracteriza el supremacismo extrovertido y sus valores dominantes: la simpatía excesiva, la amabilidad forzada en la construcción de vínculos sociales que ya han alcanzado un valor mercantil. Todas estas serían señales de un capitalismo zombi [3] que reclama colonizar todos nuestros sentidos, nuestro tiempo y relaciones.
Frente a este mundo, el ensayo ficcionaliza la posibilidad de otro que esté diseñado para las personas introvertidas y nos invita a la reflexión profunda sobre los valores que reconocemos como constructores de la personalidad social y aquellos que se encuentran fuera (los antisociales). La idea de que la normalidad sea la «sobreexposición del yo» y la hiperconectividad como camino para alcanzar nuestros logros deja al margen a muchas personas. Esta ficción tiene un correlato en la construcción de una juventud global actual y su construcción del éxito, tanto personal como profesional, que deja al margen a los subgrupos introspectivos (geeks, nerds) marcados por este estigma antisocial. ¿Podemos generar otra sociabilidad real que reconozca estas diferencias y promueva la deconstrucción de la norma en el capitalismo?
Notas
[1] Producida por Black Dog Films (2020), es una obra que se ubica entre el documental y la ficción: en esta película se retrata la construcción de Tímidos Radicales, protagonizada por su autor Hamja Ashan, el cantautor británico Arlo Parks interpretando el tema Creep de Radiohead, Crystal Batsm y Art School Girlfriend. Más información en este enlace.
[2] Rolnik, Suely. Esferas de la insurrección. Apuntes para descolonizar el inconsciente. Trad. Cecilia Palmeiro, Marcia Cabrera y Damián Kraus. Buenos Aires: Tinta Limón, 2019.
[3] Ibidem.
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