Poesía norteamericana en traducción
[Traducĕre #3] Dana Jaye Cadman por Facundo Gutiérrez
Por Facundo Gutiérrez / Martes 17 de mayo de 2022
Facundo Gutiérrez y Dana Jaye Cadman.
Facundo Gutiérrez traduce dos poemas de Dana Jaye Cadman (1986, Tampa). Del inglés al español, y todo lo que hay en el medio, comenta al final. «Fantasmas» y «Amapolas» traen «un mundo onírico e imperfecto», al borde de lo vivo, casi en el territorio de lo que ya no está más.
Fantasmas
Un pasillo lleno de lámparas desnudas se oscurece de repente
Tras la explosión simultánea de las bombillas.
Hay vidrio por todos lados, y tan fino que olvida
Reflejar el diminuto destello del
Fósforo cuando sacás tu cigarrillo
De la suerte.
Esto es todo. La inmediatez del deseo final.
Conozco a los muertos sé a dónde van los fantasmas
para sentirse como en casa al flotar
Y cómo se comulgan con los vivos
a través del interruptor de luz
o los olores de las madreselvas al costado
de la ruta al norte
Digo yo
Pero vos no
Ghosts
A hallway full of shadeless lamps suddenly goes dark
Upon the simultaneous bursting of the globes.
Glass is everywhere, and so thin it forgets
To reflect even the tiny glimmer of your
Matchlight as you pull out your wish
Cigarette.
This is it. The immediacy of the final desire.
I know the dead I know where ghosts go
to feel at home in the float
And how they commune with the living
through the lightswitch
or the smells of honeysuckles off
the highway upstate
I say
But you don’t
______________________________________________________________________
Amapolas
Al parecer habrá vida
después de vos. Una mañana.
La noche no frena
la urgencia del sol por salir
y acabar con ella. La luna,
sin embargo, es coaccionada
de su sangre. Cámara de agua.
Piel de papel, la ampolla
recuerda y cicatriza.
Cuando te fuiste, me tragué
un planeta con forma de pera
y lo mantuve
en mi pecho para dejarlo crecer
y reverdecer. A cada sueño
maduró con el oleaje
de mi aliento. Trópico
de Cáncer. La lluvia sucede
sobre la ventana
lenta, en pequeñas, reiteradas
muertes. Cuando vino la
primavera, la mañana etérea
se desplegó sobre mí.
Rocío. Conocí
la diadema de estrellas.
Poppies
It seems there will be life
after you. A morning.
Night doesn’t stop the sun
from his urge to lift up
and end her. The moon,
however, is coerced
out of blood. Water chamber.
Paper skin, the blister
remembers and scars.
When you left, I swallowed
a planet in the shape of a pear
and kept it
in my chest to grow
and green. Each sleep
it ripened with the swell
of my breath. Tropic
of Cancer. The rain happens
on the window
slow, in small, repeating
deaths. When Spring
came, the ether morning
opened motion on me.
Dew. I have known
the diadem of stars.
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SOBRE LA AUTORA
Dana Jaye Cadman (1986, Tampa) es poeta, editora, profesora y artista visual. En su faceta de educadora dirige el programa de escritura creativa de la Pace University. Su poesía ha recibido premios en Estados Unidos y ha sido publicada en diversas revistas y publicaciones literarias. Los poemas aquí traducidos, «Fantasmas» y «Amapolas», crean un mundo onírico e imperfecto, donde el dolor, los recuerdos y el subconsciente se fusionan para crear una serie de imágenes atravesadas por un hilo común: historias que se atreven a mostrarse a través de símbolos. Estos poemas aprenden de los sueños, y se comunican con nosotros sin ser obvios ni literales, pero logran ponernos de frente a aquellas cosas que no queremos ver. Una poesía fragmentada, aventurera, que no teme a dejar más preguntas que respuestas e invita al lector a recordar, a perderse en imágenes.
SOBRE LA TRADUCCIÓN
Para traducir poemas que se apoyan fuertemente en ritmo e imagen es clave leer más allá de las palabras para así entender cuáles de ellas están ahí por lo que dicen, y cuales por cómo fluyen, por cómo suenan. El ejemplo más claro de esto es la traducción de «shadeless lamps» como «lámparas desnudas». El término «sin pantalla» existe en español, pero rompe con el ritmo que el poema viene creando; en cambio, «desnudas» permite que el poema continúe fluyendo, y mantiene la idea de despojo, de transparencia, que el término original parece evocar. Además, la poesía de Dana Cadman se toma ciertas licencias poéticas en cuanto al lenguaje, algo que es clave en la creación de la atmósfera onírica. Para poder traducir esta sensación fue necesario detenerme a pensar cuáles de estas licencias poéticas se traducen bien al español y cuáles, de ser traducidas, entorpecen la lectura. En este proceso, el diálogo con la autora fue de gran ayuda. Fue a través de este intercambio que entendí la importancia de mantener las mayúsculas al comienzo de los primeros versos de «Fantasmas», aunque, desde la óptica de la tradición poética contemporánea, no correspondieran. Las mayúsculas remarcan la idea de que cada verso carga con una imagen punzante y necesaria, y permiten que la frase no tenga que cortarse forzosamente, pero mantienen el efecto de quiebre. En cuanto a «Amapolas», el desafío principal fue traducir la frase «opened motion on me»; mi primer instinto fue ir por «abrió sobre mí», pero la repetición del sonido «br» ensuciaba la sonoridad. Hablando con la autora encontré en desplegó una palabra que no solo suena mejor, sino que también es más representativa de la imagen que ella tuvo en mente a la hora de escribir.
Pero, sin lugar a dudas, el mayor desafío fue mantener lo orgánico de estos poemas, la forma en la que funcionan como un sistema vivo, conectado de principio a fin. El elemento onírico solo se mantiene si la sensación de que la ráfaga de imágenes que la autora propone forma parte de un todo, como lo hacen las imágenes fragmentadas que vemos en un sueño, verosímiles en su inverosimilitud. En esta cuestión, la naturaleza concisa del inglés, en contraposición a lo florido y ornamental de nuestra lengua, resulta en un poema que dispara imágenes ricas que, paradójicamente, se mantienen reticentes. Esto genera que la conexión entre imágenes no esté explícita. Por lo tanto, por momentos el «instinto» prevaleció por sobre la técnica, para mantener viva la sensación original.
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