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Series y libros

Es más de lo que puedo decir de ciertas series: Lorrie Moore y «The White Lotus»

Por Patricia Turnes / Lunes 23 de enero de 2023
Fotograma de «The White Lotus», segunda temporada (HBO).

Lo que empieza como un texto sobre A ver qué se puede hacer, de Lorrie Moore, se transforma en una reseña de The White Lotus. Patricia Turnes, emulando a la escritora norteamericana, se dedicará, de ahora en más, al género más contemporáneo: las series (y a los libros que siempre surgirán por el camino).

Algún día tenía que escribir sobre una de mis heroínas literarias: Lorrie Moore (y algún día tenía que ponerme a escribir sobre series, ya verán por qué). Al terminar 2022 decidí que era hora de leer A ver qué se puede hacer. Ensayos, reseñas y crónicas, uno de los libros de esta escritora nacida en Nueva York en 1957 al que no le había prestado atención.

El libro en cuestión recopila crónicas, artículos, pequeños ensayos sobre literatura, películas, series, entre otros temas. Una escritora de ficción escribiendo sobre gente que hace ficción, ¡tiene sentido! Estoy de acuerdo con lo que dice Lorrie Moore en el prólogo: un escritor de ficción que hace una reseña lleva adelante una tarea esencial. «Muy pocos artistas reseñan el trabajo de sus compañeros escultores, o pintores, o bailarines, o compositores, y la conversación termina quedando en manos de personas que no practican el arte en cuestión», escribe Moore. Invirtiendo el sentido de la frase de Aristóteles en la Política («Aquellos que van a juzgar deben ser realizadores»), Moore dice que aquellos que son realizadores deberían ser entonces jueces, una vez cada tanto. Sus opiniones son opiniones de una realizadora: desde ese lugar habla del trabajo de otros. 

Mi objetivo ha sido lo humano, pero también las excentricidades y particularidades del encuentro real con una obra y no siempre evito las estupideces. A veces, me oriento hacia las estupideces para analizarlas, incluso si son mis propias estupideces. Con frecuencia, el artículo se construye circularmente, como un gato que circunda un lugar antes de echarse a dormir. Otras veces, me voy por las ramas. Por momentos, intento echar la cabeza hacia atrás lo máximo que puedo para mirar algo desde lejos sin perder el equilibrio. Y después intento moverme otra vez hacia adelante y echarme encima de lo que estoy mirando. 

A ver qué se puede hacer, explica Lorrie Moore, no es un alarde sino una instrucción que recibió casi con cada nota que le envió Robert Silvers, su editor de The New York Review of Books. Él le pedía que considerara escribir sobre algún tema y le enviaba por correo un libro hasta la puerta de la casa. «A ver qué se puede hacer», concluía la nota, invariablemente, y luego venía la firma: “Con cariño, Bob”. Era el pedido mágico que sugería la posibilidad de sorprenderse.

Por suerte para los que tenemos el placer ahora de leerla, en un momento de su vida Lorrie Moore se dijo a sí misma que necesitaba dinero y empezó a escribir reseñas. Los artículos empezaron a ser publicados en 1983. Una vez que se abocó a esta tarea, según ella, no supo cómo parar. «La mayor parte de los artículos de este libro son lo que pudo hacerse, al menos lo que pude hacer yo, cuando me metí de lleno a observar lo que otros pudieron hacer: respuestas culturales a respuestas culturales», escribe Moore en el prólogo de este libro. 

No pude evitar preguntarme ¿cómo fue que esta escritora que en un principio solo hacía reseñas sobre libros empezó a escribir sobre televisión? La respuesta la da ella misma: fue por accidente. No miró televisión de adulta y tampoco lo hizo en la infancia. Creció en una casa en la que se los desalentaba a mirar televisión y se supervisaba el tiempo que se pasaba frente al aparato. Según cuenta la escritora, leían la Biblia todas las noches antes de la cena, y la televisión se consideraba un poco «malvada y perezosa» y algo reservado para las ocasiones especiales. 

Durante el verano de 2010, cuando The Wire ya estaba en DVD, Lorrie Moore miró la serie de un tirón mientras vivía en la Baltimore de David Simons. Después, intoxicada y deseando prolongar la experiencia, buscó lo que otras personas tenían para decir sobre la serie, pero no encontró demasiado material escrito. Los periódicos de Londres tenían algunos artículos, pero había muy poco en la prensa estadounidense. La escritora le preguntó a su editor de entonces, Bob Silvers, si le interesaba algo escrito por ella sobre la serie. Silvers dijo rápidamente que sí. 

En esta, la primera colección de ensayos de Moore, la alta cultura se mezcla con la llamada baja: Nora Ephron, John Cheever, Los Soprano, True Detective, Don DeLillo, Kurt Vonnegut, etcétera. Son más de sesenta artículos escritos para una gama de publicaciones que van desde Mademoiselle hasta The New York Review of Books.

«Toma una cosa, estúdiala, sacúdela, hazla rebotar sobre una superficie quieta para ver cuánta vida imaginada y cuánta vida vivaz ha sido incluida en ella. ¿Navega? Observa. A ver qué se puede hacer» son las instrucciones que deja Lorrie Moore para escribir una reseña. 

Y, como en literatura y en el arte de hacer reseñas las nuevas generaciones toman la antorcha de las que las precedieron, se me ocurrió que las instrucciones de Moore podían serme útiles para este nuevo ciclo de colaboraciones para Intervalo

*

A fines de diciembre de 2022 tuvimos una charla a distancia con mi editora, la escritora Rosario Lázaro. Fue una linda conversación con ese ambiente especial que se genera a fin de año. Ella me habló de la monumental actuación de Nick Cave y Warren Ellis en el Opera House de Sydney, Australia, de un humor especial que habían desplegado los artistas durante el show. Yo le conté sobre el Festival Feel de Agua, un evento organizado por los músicos del colectivo que integro en el que se presentaron la misma noche once bandas/proyectos en vivo en el Museo del Carnaval. El evento fue gestionado por nosotros mismos y la preparación del mismo duró varios meses, le conté. Yo había quedado muy contenta con el resultado, salió redondo, pero también había quedado agotada. Le comenté que me gustaría escribir sobre algo más liviano en 2023. Lo que venía haciendo hasta ese momento era repasar obras completas de escritores de los que soy fan. 

Le comenté algo que se me había cruzado por la cabeza esa misma tarde mientras paseaba a los perros entre los árboles del barrio, un poco inspirada por el libro de reseñas de Lorrie Moore que estaba leyendo. «Quizá podría escribir sobre series y películas, y los puedo relacionar con algunos libros que se me ocurran» le dije a Rosario. Quizá algunos de ustedes ya sepan, otros no, que soy egresada de la Escuela de Cine de Cinemateca y que la puerta de entrada a la carrera fue un curso de crítica de cine que impartía por aquel entonces el brillante Manuel Martínez Carril. 

Escribiré, me dije, sobre series, libros, películas, todo mezclado. Seguiré los consejos de Lorrie Moore. Soy consumidora voraz de libros, pero también lo soy de series y películas. Cuando haya algún consumo cultural que considere relevante intentaré dedicarle unas horas de mi vida al escribir sobre eso mismo con la intención de contagiar a los lectores. En palabras de Lorrie Moore, escribir sobre ficción también es una forma de autoficción.

Y acá es que Lorrie Moore y Martínez Carril no se van a poner nunca de acuerdo: para la escritora, usar el pronombre en primera persona puede ser útil cuando se analiza una obra, ya que da cuenta de la intersección entre la vida de un lector individual y la cosa que ha sido leída, le otorga oxígeno a la conversación. Para Martínez Carril, en cambio, el crítico debería intentar siempre ser objetivo, dejar sus gustos personales de lado cuando escribe. Para él, por ejemplo, habría sido un pecado escribir la palabra yo en una crítica.

Debo reconocer, en este punto, que estoy más del lado Lorrie Moore de la vida: me gusta que el lector entienda que sólo puedo escribir desde mi experiencia, desde mi limitado —pero rico a la vez— punto de vista. Por último, este modo de abordar la crítica la revela como una forma de autobiografía.

Mi nueva columna para Intervalo de Escaramuza lleva entonces un nombre que también pretende ser un homenaje a Lorrie Moore «Es más de lo que puedo decir de ciertas series…». Y como The White Lotus, de Mike White, me pareció la mejor serie de los últimos años, voy a inaugurar esta nueva columna hablando de esta.

*

El pasado martes 10 de enero de 2023 tuvo lugar la ceremonia de entrega de los premios Globos de Oro. La serie The White Lotus resultó ganadora en la categoría Mejor Serie Limitada, Antológica o Telefilm y Jennifer Coolidge ganó, dentro de la misma categoría, el premio de Mejor Actriz de Reparto. Si todavía no vieron esta serie norteamericana, en el comienzo de la segunda temporada hay algunos personajes que dialogan en un escenario casi idílico acerca de las hermosas vacaciones que están disfrutando. Uno de los personajes va al océano a nadar y se encuentra con un cuerpo flotando a la deriva, ¡se trata nada más y nada menos que de un cadáver! 

 Así empieza la segunda temporada de The White Lotus, la serie que le dio a Mike White el éxito masivo luego de veinticinco años de carrera en los márgenes. Pero, ¿quién es Mike White? White es un actor, director, escritor y productor norteamericano nacido 1970 en Pasadena, California. Este director casi albino y con cara de niño travieso escribió y dirigió la encantadora película El año del perro (2007). También fue guionista de Escuela de rock (2003), aquella comedia dirigida por Richard Linklater que protagonizaba Jack Black. Pero, además, White fue uno de los creadores de la no suficientemente reconocida serie Enlightened. En esta comedia dramática producida por HBO actuaba una de las musas más recurrentes de David Lynch, la talentosa Laura Dern.

The White Lotus fue uno de los éxitos televisivos de la pandemia. Misterio, comedia, sátira, todas estas etiquetas sirven para definir la serie. A fines de 2022 finalizó la segunda temporada. La primera estuvo nominada a veinte premios Emmy y ganó diez de ellos. La serie, además, hizo acreedor a Mike White de varios premios Emmy tanto por escribir como por dirigir.

La serie trata sobre turistas adinerados que se hospedan en hoteles cinco estrellas en hermosos escenarios panorámicos, aunque los invitados están envueltos en sus problemas. Debido a que el rodaje de la serie coincidió con la pandemia, los productores necesitaron un lugar aislado para mantener a salvo al elenco y al equipo técnico. Entonces apareció el hotel Four Seasons Maui, un elegante edificio de Hawaii que sirvió de locación ideal y burbuja de lujo para la primera temporada. La segunda temporada se desarrolla en un hotel turístico en Sicilia, Italia. El elenco incluye a Michael Imperioli (algunos lo recordarán por su personaje de Christopher Moltisanti en Los Soprano) y a Aubrey Plaza (April Ludgate en Parks and Recreation). 

Jennifer Coolidge es la única actriz que se repite en ambas temporadas. Interpreta a una mujer rica, egoísta e inestable emocionalmente. El personaje que encarna irá creciendo capítulo a capítulo hasta en convertirse en heroína de la segunda temporada. «Tanya es un personaje tan divertido de escribir, y trabajar con Jennifer es una de las mejores experiencias de esta serie y de mi carrera», ha dicho Mike White. White pensó directamente en ella cuando inventó el personaje de la millonaria Tanya McQuoid-Hunt. Jennifer Coolidge confesó en una entrevista que estuvo a punto de rechazar actuar en la serie por el hecho de que el rodaje comenzaba en plena pandemia de Covid. Tras ocho meses de confinamiento, Coolidge había estado comiendo pizza y helado. La actriz reconoció que estuvo a punto de cancelar a último momento su participación porque «No estaba en buena forma ni bien mentalmente porque pensaba cada día que íbamos a morir».

*

La idea original de la segunda temporada de la serie, confiesa Mike White en una entrevista con Terry Gross de NPR, se le ocurrió al saber que el hotel que acabaron eligiendo para el rodaje era un convento reformado. Al principio, la historia, dice, se trataba más sobre «pesos pesados en los negocios y más sobre el poder. Y luego, llegué allí, y pensé, parece que este no es el lugar adecuado para ese tipo de tema. Y me dio la idea de, tal vez, centrarme más en los celos sexuales, el adulterio y la infidelidad en una especie de farsa de alcoba más operística».

El crucero del amor y La isla de la fantasía fueron dos series que Mike White nombró como posibles inspiraciones a la hora de crear The White Lotus. Fue consumidor de ambas series cuando estaban en su apogeo y él era un preadolescente. El crucero del amor fue una serie de fines de los setenta y principios de los ochenta que se ambientaba en un barco que hacía paseos de lujo por diferentes lugares del mundo. Se trataba de una comedia con toques románticos, de tono amable, dirigida a un público familiar. 

La isla de la fantasía fue una serie similar que ABC emitió entre 1978 y 1984. Era protagonizada por el actor mexicano Ricardo Montalbán como el elegante Sr. Roarke y por Tatoo (Hervé Villechaize), su ayudante. El pequeño Tatoo anunciaba la llegada de los visitantes con la frase «¡El avión, el avión!», a la vez que hacía sonar una campana. Los visitantes llegaban a una isla misteriosa en algún lugar del océano Pacífico, donde la gente pensaba cumplir sus fantasías sin importar su índole, previo pago de 50.000 dólares y a condición de que no revelaran nada acerca de su visita al lugar. 

El ambiente kitsch de las dos series es destacable. Para quienes las conocimos, en The White Lotus hay una referencia bastante clara a ambas series. En las dos series aparecían todo tipo de celebridades del cine, de la música y hasta de los deportes. Otro programa que miraba Mike White al mismo tiempo era Laverne y Shirley, sobre dos chicas de clase trabajadora que vivían juntas y que al comienzo de la serie trabajaban embotellando cerveza en una fábrica. Estas chicas, provenientes de la clase trabajadora, pudieron ser, explica, el germen para las dos amigas que ejercen la prostitución en la segunda temporada de The White Lotus.  

Algo aparentemente extraño en la carrera de Mike White es que fue concursante de algunos realities: compitió en dos temporadas de The Amazing Race con su padre y fue finalista en Survivor. Según el creador de The White Lotus, eso podría haber tenido alguna influencia en ese tono de reality que tiene la serie que hace que nos preguntemos ¿quién se irá en este capítulo? ¿quién morirá?  

La segunda temporada de The White Lotus comienza —al igual que la primera— con una muerte misteriosa. «Cuando la primera temporada se convirtió en una serie de la que la gente hablaba, me dije: si hubiera sabido, habría puesto un cadáver al principio de Enlightened, y quizá entonces habrían visto Enlightened», comenta White en la entrevista. «Te das cuenta de que este tipo de ganchos consiguen espectadores».

Mike White fue uno de los creadores de la no suficientemente reconocida serie Enlightened. En esta comedia dramática producida por HBO actuaba la talentosa Laura Dern (Blue Velvet, Wild at Heart, Big Little Lies), Timm Sharp (Friends with Money, Rainbow Time) y el propio Mike White entre otros. Mike White escribió, además, varios episodios de las series de televisión Freaks and Geeks y Dawson´s Creek.

Y aquí es donde retomo las instrucciones de Lorrie Moore para hacer una reseña. Repaso un poco el artículo ¿habré cumplido con sus preceptos? Quiero cerrar el círculo pero me doy cuenta de que me he ido por las ramas. «¡Y eso que apenas me dio el tiempo para hablar de mis propias estupideces!», reflexiono. Siguiendo la metáfora de Moore, ya es tiempo de que el gato dé una vuelta más sobre sí mismo y se eche a dormir.

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