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Tres poemas de Regina Ramos
Por Regina Ramos / Viernes 03 de noviembre de 2017
Regina Ramos nació en San José de Mayo, en 1992. Es profesora de Literatura, egresada del Instituto de Profesores Artigas, e integrante del grupo de investigación (GILFU) sobre el cuento fantástico uruguayo a inicios del siglo XX. Forma parte del equipo editor de la antología En el camino de los perros. Coordina también el taller de escritura creativa Pulso, en articulación con Centros MEC de San José.
23 veces OUT es su segundo libro de poemas, publicado, en julio de 2017, por la editorial Yaugurú.
POR LOS MONTES DE HENDRIX
La cabeza se va al piso y divaga fervientemente.
Busca en el archivo «deseos»
te pierde.
Humilla todo lo que hay a su paso
A lo frágil y lo espeso.
La bola imperfecta
que se deshace en tul blanco y cristal celeste.
Los pompones verdes esporádicos entre un mantel de trigo
los caminos a todas las bonanzas con seres resurrectos,
en sus nidos
en sus llanos
o picando el cristal.
Por ahí divaga la Cleopatra hacia ningún lugar va su paraíso.
Alucinación de burro
chap chap
la cabeza se va al piso.
Intenta mirar
ver lo perfecto
pero hacia ningún lugar va su paraíso.
DIVA- ga Cleopatra con la pisada de burro
chap chap.
Con el deseo inmerso en el piso
***
OSAMENTA
Incisiva presencia en mis sentidos
como una obsesión entre el verde y el verde Lorca.
Aunque majestuosa por lo innegable
siempre fósil
simulando lejana o ajena.
Un poco yo un poco el todo:
tierra
aire
campo y misterio.
El adentro y el afuera fundidos en un objeto.
Irrisorio como censurado
auténtico.
Raíz olvidada del sostén de los días.
Tantos iguales con mismas posibilidades.
Un día para vivir o para morir.
Te asumí desde siempre
parte del todo.
Entre colores y perfumes
texturas y cosechas
gentes y taperas
tirada en un rincón del tiempo
humilde
conformándose con ser el punto final de las historias.
***
CAMALEÓN DE PRADERA
Brilla de lejos la hilera de focos
los caminos señalados por las estrellas.
Sumergidos los monstruos marinos se asoman en las alturas
mostrando esos caparazones con casas.
Y acá en la llanura
dos ojos que se metamorfosean al compás
de acordes
de letras
de imágenes sintéticas.
Mutantes no:
sofisticados.
Ojos
piel
huesos
al servicio de la supervivencia social
de la visualización del quiebre de la frontera.
SOY también TÚ
todas las cosas perennes de este mundo.
No me prives la palabra.
El delirio no es sectario.
No me culpes de lo bruto.
También navegué mi inconsciente por estos llanos
bailé en ese trigal como Jackson
soñé con acróbatas y piel de serpiente.
Quise ser Tyler
Axl
Madonna.
Pero la noche cabeceó y golpeó mi ventana.
Me despertó el ruido del motor
los olores desagradables
el jadeo del perro
la herida de la tierra.
Un motivo productivo
un motivo que dicen es certeza
un destino que es de un color que todavía no distingo.
***