música
Los sentimientos más desgarradores y diferentes formas de trascendencia: Patricia Turnes lee el último libro de entrevistas a Nick Cave, Fe, esperanza y carnicería, junto a la serie Love & Death (2023). Otro texto más de nuestro fanatismo por Cave + una serie que impacta.
Con la advertencia de que este libro es para aquellos raros que pocas veces salen de sus casas (y para los fans de Pulp, entre otras personas), Federico Medina reseña Pop bueno, pop malo. Un inventario, de Jarvis Branson Cocker. «Esta es una obra muy inglesa y muy fetichista como Jarvis, quien se autodefine como "negador del cambio", capaz de guardar un trozo de jabón con la etiqueta original por más de tres décadas», afirma.
Vuelve Alicia Migdal y sus estupendas moscas por el rabo. Sobre Gabo Ferro, la reinterpretación de tangos, la muerte temprana (un disparate), y porque, a pesar de todo, «la música es adictiva, canta en nuestro nombre, concentra obsesiones, hace del emisor un dios laico pero no menos terrible».
«El tango está entreverado con nuestro paso por la vida, nuestro ritmo humano, y hasta cuando solo se baila como novedad juvenil (ahora) y no se atiende a su letra, el tango sigue siendo un peligro sensible». Alicia Migdal construye un texto en el que surge una verdadera esgrima de todo lo sentimental implicado en Troilo, Piazzolla, y en tantas otras y otros.
Si son nuestros ídolos, ¿cualquier cosa que escriban tiene valor como para estar en un libro? Los límites del valor literario son variables, lo sabemos. Patricia Turnes reseña dos libros de los músicos Nick Cave y Warren Ellis, la gran dupla aussie, y confirma que en la lectura siempre se derrumban prejuicios, para los dos lados.
Mientras Kate Bush explota en popularidad de la mano de Netflix y Elvis renace en el cine, Uruguay sale a bailar sobre recuerdos en otra Noche de la Nostalgia. Tabaré Couto explora el momento en que la nostalgia se transforma en otra cosa y ajusta cuentas con el pasado.
Los Pet Shop Boys son un terremoto pop surgido en los 80 que sigue de lo más vigente. Si ridículamente graciosos u odiosamente insoportables, queda a criterio de fans y detractores. Federico Medina reseña Pet Shop Boys, literalmente (Contra, 2021), reedición ampliada del clásico libro de Chris Heath de 1990.
«¿Por qué los podcasts se están volviendo Netflix?», se preguntaba la periodista Shira Ovide hace poco. En plena transición de los podcasts independientes a un modelo aún incierto, quisimos hacer una lista de lo mejor en la vuelta. Nos ayudaron Gonza Baz, Federico Gori, Pía Supervielle, Tania de Tomas, Magdalena Portillo, Patricia Turnes y Estevan Dávila Gómez, quienes comparten sus podcasts de cabecera.
En Amor crónico, Chris Frantz, baterista de los Talking Heads y de Tom Tom Club, narra su vida con gracia e ingenio. Federico Medina reseña estas memorias, editadas por Libros del Kultrum y traducidas por Iñigo García Ureta. Sin poses ni falsa modestia, según Federico, el baterista recorre además los vínculos que sostuvieron la famosa banda. «Eran la medida justa entre lo ridículo y lo forajido, entre lo amigable y lo psicótico. Eran ambiguos y pretenciosos, pero de una forma irreprochable», resume Federico sobre ellos.
Los villancicos navideños se mezclan con el rock a todo volumen de los Oasis en un fortuito encuentro de supermercado; el confort familiar y la furia maquinal se disputan su lugar en el individuo; Tabaré Couto compra un nuevo arbolito para decorar, mientras recuerda Tokio blues.
Luces que se encienden y se apagan en la discoteca New Faces, una mudanza a Montevideo, la alienación y el extrañamiento de los lugares de la infancia, la música como salvavidas. Patricia Turnes reflexiona sobre las casualidades en serie que llevaron a Joy Division a convertirse en New Order, a ella misma a querer ser como Bernard Sumner.
Suena Billie Eilish mientras Tabaré Couto sigue buscando conexiones. Lee a Onetti, a Mariana Enríquez y se explaya cuando habla del documental chileno El agente topo. También hay pensamientos para Tabárez, Rosalía y el universo de Don Draper. Suban el volumen, hasta que Billie Eilish deje de sonar.